Esta historia en un principio iba a ser un simple One-shoot, pero ... la historia me gustó tanto que decidí hacer una historia completa.
En ésta historia seguiremos la historia de amor de un dragón y una bruja blanca.
Pero también habrá un objetivo...
— ¿Por qué estabas tan interesada en ver esto Lissana? — preguntó una peli roja a su compañera albina la cual miraba con expectación lo que ocurría delante de ella.
Ahora mismo tanto Lissana cómo la caballera se encuentran en la capital de Crocus, justo en la plaza entre un montón de pueblerinos los cuales hacían un gran tumulto de gente los cuales cotilleaban, se quejaban por la tardanza, pero lo que más había era expectación.
Expectación ¿Por qué?
La respuesta es sencilla, estaban esperando a la ejecución de la dragona. Menuda la sorpresa que se llevarían cuando se percaten de que la ejecutara no sería una dragona.
— ya lo verás, estoy segura de que esto será muy interesante — afirmó la albina con una sonrisa victoriosa.
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Pov Lucy
Las gotas de aguas que salían del techo caían al suelo creando un gran charco en el suelo. ¿Cuanto tardará mi ejecución? Esto comienza a ser aburrido, yo aquí sentada contra la pared.
Unos grilletes anti magia evitaban que fuera capaz de siquiera usar magia. Además de que apretan mucho mis muñecas y eso es molesto.
Me moví levemente y sentí algo de dolor por las numerosas heridas de mi cuerpo. Maldije en mis adentros por ello, agh ¿Por qué no podían simplemente matarme y ya? ¿Por qué debían herirme?
Eso me trae un mal recuerdo. Simplemente prefiero ser asesinada directamente es más sencillo y menos doloroso.
Cómo pude me levanté del suelo escuchando el sonido de las cadenas de metal moverse y chocar entre sí. Giré mi cabeza para ver las cadenas ¿Más ruidosas no pueden ser?
Da igual. Devolví mi mirada al frente y comencé a caminar sobre el suelo de roca helada con mis pies descalzos. Es un tacto asqueroso pero me da igual.
Me miré a mí misma en el reflejo del agua, por dios, estoy horrible, aunque no es de extrañar con lo que me ha sucedido. Me miré a mí misma en el charco de agua.
Mi rostro está herido y sangre sin coágulos salían por mi nariz, mi boca y de mis heridas. Llevaba distintas vendas. Sobre todo en mi cuello y en mi brazo izquierda. Eran las partes que más me habían dañado, y respecto mi cuello trataron de estrangularme.
Mi cabello está desordenado y sucio con varias manchas de sangre lo manchaban.
Mi ropa está des hecha y bastante rota dejando ver mi sujetador y mi abdomen en el cual había una herida tapada por unas vendas.
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