Ninfu no himitsu

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Tanto la bruja cómo el dragón de fuego salieron de aquella especie de despacho. Al salir el libro salió volando y volvió a su lugar.

Miraron hacia abajo y se encontró con un encapuchado a punto de entrar en aquella puerta que cada dos por tres aparecía y desaparecía. Era la puerta de la biblioteca la cual tan solo Lucy era capaz de encontrar y adentrarse en ella.

¿Cómo ha conseguido abrir la puerta? — preguntó confundida la rubia.

Lucy abrió sus ojos de par en par co  sorpresa al ver a la persona a punto de entrar en aquél lugar que supuestamente era oculto para todo el mundo. Apretó sus puños con fuerza.

¡Vamos a por el encapuchado Luce! — gritó de la nada el peli rosa con un toque de decisión en su voz.

El dragón rodeó con su brazo la delgada cintura de la joven bruja la cual no prestaba atención a el peli rosa. Ésta rápidamente fue levantada por Natsu.

¡Ah! — gimió con sorpresa la rubia.

Ella no esperaba ni mucho menos eso. Así que la sorpresa no tardó en imprimirse en sus rostro. El peli rosa alzó sus alas de Dragón y con una sonrisa de oreja a oreja en sus labios.

Sujetate

— ¡¿Que piensas hacer?! — gritó exaltada la rubia.

El peli rosa no hizo caso a su rubia amiga. Alzó sus alas y comenzó a volar hacia abajo donde estaba la puerta. La rubia por inercia pura abrazó el cuello de el Dragneel con fuerza al tener miedo de caerse al vacío. Era una tontería, ya que ella podía salvarse perfectamente pero no tenía ganas de poder caerse y pegarse una ostia.

¡¿Estás loco lagartija voladora?! — gritó la rubia.

La bruja, molesta y con su ceño fruncido fulminó con su mirada a el dragon el cual tan sólo rió de manera burlona. Le gustaba hacer rabiar a la rubia.

La chica de ojos achocolatados desvió su mirada de el peli rosa y se centró en el rostro en la plataforma en la cual se encontraba la puerta ya abierta, esto ya que la encapuchada ya entró dentro.

Cuando ambos aterrizaron sobre la plataforma la rubia seguía abrazada a el joven Dragneel. Ésta dio un salto y rápidamente comenzó a correr hacia la puerta abierta.

La rubia y el peli rosa entraron en la biblioteca. La bruja esntendió su brazo hacia la derecha con su ceño fruncido. Un pequeña cantidad de magia se acumuló en su dedo y rápidamente está hizo un movimiento hacia dentro.

Sai chūmon — pronunció la rubia.

Y de la nada las distintas librerías comenzaron a moverse demostrandoles el camino a ambos. Lucy se mantenía sería, por suerte la biblioteca también estaba hechizada, cómo el resto de su hogar.

Guau — expresó sorprendido el peli rosa.

De la nada una de las estanterías se movió mostrando al encapuchado correr. De la nada una estantería se colocó en mitad del camino de el encapuchado. Éste se detuvo inmediatamente.

Tanto la rubia cómo el peli rosa se quedaron quietos observando a el intruso. Ambos con mirada seria miraban al encapuchado de espaldas. Sin saber si llevaba máscara o no no podían saber cuál de los dos es.

El peli rosa comenzó a olfatear en busca de algún tipo de detalle el cual pudiera revelar la procedencia de aquella persona tan misteriosa. El Dragneel frunció el ceño. Fue capaz de reconocer algunos matices de ese olor. Pero no que gustaba nada lo que descubrió a causa de ello.

Corazón de brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora