Corazón de bruja

Chika ōkoku

Lucy sintió a alguien moverla de manera suave. Eso causó que la joven bruja se despertara de su sueño. Sorprendida de no haber tenido pesadillas y un poco avergonzada de su comportamiento el día anterior. Había actuado cómo una niña pequeña con sueño.

Esos último días ella había estado muy cariñosa, sobre todo cuando Natsu estaba cerca, ¿sería que el celo de él le estaba comenzando a afectar?

Si, ella conocía perfectamente que era eso ya que en su tiempo en el mundo de los dragones aprovechó para aprender más cosas sobre los seres mágicos y sus metabolismo. Aunque ella ignoraba totalmente que el objetivo del celo era ella. Pensaba que solo se veía afectada por estar cerca de él. Nada más.

El pensamiento de que Natsu pudiera estar enamorado de alguien más la molestaba pero nunca dejaría qie nadie lo supiera. Ella no es quien para meterse en ese tema.

- ¿Lucy-san está bien? - preguntó Wendy al ver que la rubia parecía estar sumida en sus pensamientos.

- ¿Ah? - gimoteo la rubia algo confusa ¿Ella sumida en sus pensamientos? Si, le solía pasar pero nunca pensando en otra persona - si. Estoy bien

- Bueno, te hemos despertado por que estamos apunto de llegar y - Irene se callo y sonrió de manera torcida y claramente perversa apuntando con su dedo a la persona al lado de Lucy.

Era Natsu que se había quedado dormido con su cabeza apoyada sobre la de ella mientras la mantenía cerca suyo con su brazo.

- Deberías despertarlo. Que si os ven así pensarán que sois pareja - se burló Irene sonriendo de manera burlesca que mostraban sus colmillos.

Esas palabras causó que Lucy pusiera cara de pocos amigos, sintiéndose claramente molesta y algo avergonzada por el comentario de la peli roja.

- que te jodan. Despiertalo tu - dijo la rubia fulminado con su mirada a la dragona mayor fulminado con la mirada.

- No se cómo sentirme respecto a eso - comentó Natsu abriendo uno de sus ojos al mismo tiempo que una burlona sonrisa se dibujaba en los labios.

Eso inmediatamente molestó a la joven rubia la cual comenzó a dar pequeños golpes en el abdomen de el chico recriminaciones por engañarla fingiendo estar dormido. Obviamente a Natsu no le dolía, hasta se reía de la tierna acción de parte de la rubia.

- Idiota

- ñe, cosas peores me has llamado - dijo el dragón alzando sus hombros con desinterés.

Lucy inmediatamente se sentó al lado del peli rosa con cara de pocos amigos aunque por dentro deseaba reírse. Incluso a ella toda esa situación le parecía muy divertida y no podía enfadarse. Aunque lo intentará con toda su alma.

El carruaje se detuvo de la nada lo que causó que Lucy y Wendy casi se calleran ya que no se lo esperaban, Lucy estaba demasiado metidas en sus pensamientos. El hombre de cabello rosado y desordenado fue lo suficientemente rápido cómo para sostener a la bruja e Irene sujetó a Wendy para evitar que se caiga.

- Que brutos ¿No se supone que los vampiros son elegantes y no tan brutos? - se quejó la rubia.

- Ja, cómo se nota que no conoces a esos chupa sangres, solo son así entre chupa sangres - comentó entre risas la peli roja.

- Parece la risa de la reina malvada - dijo cómo un susurro la rubia entre cerrando sus ojos mientras la fulminaba con la mirada.

- ¿Reina malvada? - preguntó confusa Wendy - hubieron muchas.