Esta historia en un principio iba a ser un simple One-shoot, pero ... la historia me gustó tanto que decidí hacer una historia completa.
En ésta historia seguiremos la historia de amor de un dragón y una bruja blanca.
Pero también habrá un objetivo...
- Disculpen la interrupción - dijo una voz tranquila.
Zeref Dragneel fue quién habló en aquella extraña situación. Tanto Levy cómo Gajeel soltaron un pequeño gritito al mismo tiempo que rápidamente giraba para ver al recién llegado.
Ese hombre era casi cómo un fantasma, se mueve tan silenciosamente y su presencia era bastante intimidante, incluso para los otros dragones.
- O por los dioses Zeref, caso me da un infarto - afirmó la pequeña peli azul colocando su mano sobre su pecho mientras entre cerraba sus ojos.
- Muy buenas - Saludo Michelle.
- Venía en busca de la muñeca, necesito su ayuda para algo - afirmó el peli negro mayor acercandose a la mencionada la cual solo asintió.
- Ouh, necesitas mi ayuda con eso. Claro, en seguida voy.
Tras decir eso Michelle se fue junto a Zeref de la habitación, dejando atrás a la parejita los cuales miraron lo sucedido con curiosidad y extrañeza. Eso era extraño, Michelle sólo era amigable con Lucy y Wendy.
- Bueno, al menos Michelle está haciendo nuevos amigos - afirmó la MCgarden rascando su mejilla con uno de sus dedos.
Sin embargo Gajeel se quedó mirando cómo se hiban, con una de sus cejas alzadas con duda. Algo no le olía bien en toda esa situación.
- Algo no está bien con la muñeca de trapo - dijo con cierto tono de sospecha - Ella no actúa así.
Mientras tanto con Michelle y Zeref ellos caminaban juntos sin ni siquiera mirarse, de verdad parecía que él único sentimiento que se dedicaban el uno al otro era el más puro desinterés.
Michelle miró de reojo y entre cerró sus ojos, demostrando un claro desprecio hacia aquel que decía ayudar. Apretó sus manos en un puño con fuerza.
- Relájate, no se deben de dar cuenta que me odias -afirmó Zeref con un susurro que sólo la muñeca pudo escuchar.
- odio no es el único sentimiento que tengo hacia ti. Inclusive tu hermano me resulta más agradable - afirmó ella sin pelos en la boca.
Zeref solo sonrió de lado mirando a Michelle para luego volver su mirada al frente.
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Natsu, Lucy, Wendy y Irene bajaron del carruaje, con cierta parejita intentando no portarse de manera demasiado extraña.
Pero para la sorpresa de Lucy los soldados la miraban con una notable sorpresa. Incapaz de comprender que estaba pasando miró a su alrededor. El resto parecía normal, entonces ¿Que pasaba?
La Heartfilia se fijó en cómo una par de soldados dragonas suscriban algo entre ellas y después soltaba una risilla. Lucy alzó una de sus cejas con duda a lo que ambas dragonas rápidamente volvieron a su posición, que extrañó.
- ¿Pasa algo Lucy? - preguntó Natsu colocándose detrás de la nombrada.
- me miran raro, pero no cómo otras veces - comentó ella entre cerrando sus ojos - parecen una marujas que tienen algún cotilleo sobre mi - Dijo entre cerrando los ojos con cierta sospecha en su mirada.
- Ouh, si, supongo que eso es mi culpa - rió Natsu rascándose la cabeza de manera nerviosa.
- ¿Qué?
Antes de que la Heartfilia pudiera reaccionar el dragón le sujetó la mano y se la llevó rápidamente llevándola a rastras por el castillo, ignorando los gritos de Lucy que pedía que se detuvieran.
Al final la pareja llegó a la habitación del Dragneel con la pobre bruja jadeando del cansancio, ella no era ni de cerca tan atlética como el dragón.
Natsu miró a Lucy y aquella mirada asesina hizo que este sintiera un extraño escalofrío además de otra cosa. Digamos que le gusta esa cara de Lucy.
- Tines 5 segundos para darme una explicación - advirtió la bruja acercandose a Natsu hasta que sus narices casi se rozaban.
- Creo que me gustará lo que viene al final de esos segundos - rió de manera socarrona hasta alzando su manos en símbolo de rendición.
- Dragón pervertido - afirmó ella con sus ojos entre cerrados - lo que viene no es nada sexual
- Jo - dijo con una falsa expresión de tristeza Natsu.
- Ahora dime que pasaba - respondió ella con un tono de voz más alto al ya comenzar a cabrearse un poquito.
- Es tu olor - afirmó Natsu colocando sus manos en su cintura al mismo tiempo que una gran sonrisa se dibujaba en sus labios mostrando sus colmillos - Tienes mi olor
- Ya ¿y? Te pasas la vida conmigo, obviamente iba a tener tu olor - afirmó cómo la rubia alzando sus brazos a manera de reclamación.
- No en ese sentido - aclaró rápidamente - digamos que es algo más intimo
- ¿intimo? - la rubia se mostró asombrada ante la declaración de el Dragneel - Espera, te refieres a que lo hemos hecho
Dragneel rió de manera socarrona ante la cara de asombro de la bruja la cual le resultaba muy graciosa para el dragón. Él antes de que cualquier cosa pasara por la cabeza de la rubia le dió un rápido beso en los labios causando un leve sonrojo en las mejillas de la Heartfilia.
- Sabes, esos detallitos sólo lo detectan los dragones, así que ahora todos saben que tengo dueña - rió el Dragneel lo que causó que Lucy se sonrojara hasta las orejas de la vergüenza.
¡¿Estaba bromeando?! ¡Todos lo sabían! Una cosa es ser abierta y otra cosa es que su olor lo grite a los cuatro vientos con su olor.
