Corazón de bruja

Wake

El sonido de alguien tocando la puerta hizo que la rubia soltará un leve gruñido de desaprobación. Quería seguir descansando. Aquél día no había podido descansar, por culpa de cierto dragón que no se saciada.

Y ahora ese sonido tan molesto de alguien golpeando la madera. Lucy entre abrió sus ojos y sintió cómo alguien la apretaba contra su torzo. No era difícil adivinar que era Natsu quién la abrazaba de la cintura para mantenerla cerca.

Dragones protectores.

— Disculpen, voy a entrar para dejarles la ropa y

— ¡No! — interrumpió Natsu a la mujer del otro lado de la puerta con un tono amenazante que hasta a mí me asustó.

Natsu aveces da miedo.

Gire mi cabeza para verlo bien y se notaba molesto. Ouh dios, se ve sexy aunque no me agrada que alcé tanto la voz.

— Deja la ropa fuera, ya la recogeré luego — gritó Natsu.

— E-Está bien

Y tras esas palabras seguramente la pobre chica vampiro dejó la ropa y se fue corriendo. Sinceramente, siento lastima por esa pobre chica.

La blonda suspiró y entre cerró sus ojos mientras fulminaba a la chico con la mirada. Claramente la chica estaba molesta y el peli rosa simplemente rió.

— ¿Querías que te vieran desnuda o que? — comentó haciendo un puchero el peli rosa acercandola aún más a su cuerpo de manera que la chica no pudo evitar sonrojarse.

— Se me había olvidado — se quejó la joven rubia colocando sus manos en su rostro — Se siente tan cálido que ....

Y entonces el Dragneeld la abrazó con fuerza y colocó su boca justo al lado de él oído de la chica. Empezando a murmurar varias quejas por haber dicho "Que se había olvidado".

Que quejica era Dragneel. Muy quejica.

— Ya, ya, deja de comportarte cómo un niño. Tenemos que ducharnos y prepararnos, ya sabes, para esta noche — dijo Lucy tratando de levantarse, pero cierto dragón lo evitó manteniéndola abrazada contra él. Así evitando que se levantará.

— No. Quiero seguir abrazado a ti — dijo cómo un niño pequeño besando el cuello de Lucy.

— ¡Para! ¡Me haces cosquillas! — Chilló la blonda dando pataditas pero no le servía de nada — ¡Para por favor!

— Me gusta tu risita — rió el dragón.

— ¡No te burles!

— umh, no

— ¡Que te jodas! —exclamó ella inflando sus mejillas cómo una niña pequeña.

— Ñe no lo dices en serio, se que me quieres — dijo abrazando con  fuerza a la joven blonda.

— No puedo negarlo — suspiró la blonda colocando sus manos sobre las de el peli rosa — Pero ya en serio, tenemos que ducharnos. Una ducha muuuuy fría.

— Ouh.... esta bien — afirmó Natsu enarqueando sus cejas mientras movía su cola de dragon — Oye Luce, tengo una duda.

— ¿Eh? — gimoteo confusa — pues díme

El peli rosa abrió su boca, tenía pensado preguntarle por esa marca o tatuaje que la chica tenía en su canalillo. Pero.....

Algo le decía que ese no era el momento