Michi e no tabi (4/4)

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- ¿Todos estáis listos? - cuestionó la rubia.

Todos se encontraban fuera de la casa. Extrañamente ninguno llevaba equipaje para un viaje especialmente largo por el cual ni Lucy ni Michelle habían pasado. La rubia miró por un momento al árbol con la flor, la misma flor que marcaba la entrada de la casa de la rubia.

- ¿Va ha dejar su casa Lucy-san? - preguntó pa menor de todas.

La pequeña dragon de cielo juntó sus manos en frente suyo al mismo lado que ladeaba levemente su cabeza. Sentía curiosidad, se notaba que esa casa estaba llena de recuerdos, objetos mágicos y un hermoso paisaje con libros voladores, plantas y mariposas. Sería un desperdicio abandonar aquel bonito lugar.

La rubia sonrió de manera divertida al mismo tiempo que negaba con su cabeza, casi cómo si Wendy hubiese dicho una estupidez y la respuesta correcta fuera otra. Michelle colocó su mano en frente de su boca y soltó una risilla. Gajeel con sus brazos cruzados también se rió.

- Mi casa no está en éste árbol, si no que esta flor - con facilidad le quita la flor - Sirve cómo llave para abrirla en cualquier lado una portal a mi casa - explicó.

Lentamente ella colocó su flor cómo parte de su cotela lateral y aplicó un poco de magia para que esta no se callera, eso sería un inconveniente. Ella sonreía levemente de manera burlona cosa que confundía tanto a Levy, Wendy y Natsu los cuales no acababan de comprender lo que sucedía, sobre todo el Dragneel el cual se rascaba su nuca con una expresión de duda en sus ojos.

- Por la cara de idiota que has puesto deduzco que no lo has entendido - Comentó Lucy de manera burlona.

Una sonrisa divertida se formó en sus labios la cual rápidamente borró con cautela, se cruzó de brazos debajo de sus pechos remarcandolos. Hizo una mueca de asco y entre cerró sus ojos y se vio el brillo de sus ojos opacarse levemente, pero sin perderlo.

- Y mira que es simple - corroboró Gajeel.

El peli rosa giró a ver a el peli negro con su ceño fruncido y sus ojos en blanco, su alrededor comenzó a rodearse en fuego y un gran calor comenzó a desprenderse de él.

- ¡Cállate hierritos! - exigió el peli rosa a gritos.

Rápidamente la peli azul de cabello corto se escondió detrás de la bruja por miedo al Dragneel y no se atrevía a esconderse detrás de Gajeel ya que él era el más cercano a el ardiente dragón el cual se encontraba furioso con el Redfox.

Ambos comenzaron a discutir o pelear sin hacer demasiado destrozo. Wendy suspiró agitada, aquella situación ya se le hacía hasta normal el hecho de que sus dos amigos peleen de esa manera. Dejó caer sus brazos al mismo tiempo que una gota de sudor cae por si sien.

Por otro lado la rubia alzó una de sus cejas con duda y vacile al mismo tiempo que hacía una mueca con su boca la cual demostraba un poco de irritación.

- ¿Ellos son siempre así? - cuestionó la rubia de ojos chocolates.

Ella dejó caer sus brazos con agotamiento al mismo tiempo que una gota de sudor caía por su frente. Serán idiotas, eso era lo que pensaba la rubia al ver a ambos pelear cómo niños pequeños.

Michelle por otro lado reía colocando la punta de sus dedos sobre sus labios, su risa demostraba algo de malicia, casi cómo si estuviera disfrutando de aquella escena.

- Son cómo dos críos con mucho poder - simplificó Lucy.

Ella colocó su mano sobre su ojo derecho al mismo tiempo que negaba con su cabeza repetidamente. A ella le desesperaba cuando Gajeel se ponía así, y ¿Ahora? Ahora tiene dos niños pequeños pataleando los cuales tienen cuerpo de adulto.

Corazón de brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora