Capítulo 28: Proposición

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 28: "Proposición".

La miró conteniendo la sonrisa provocativa, sin embargo, podía percibir la mano temblorosa pasando con suavidad una esponja por sobre su piel dando movimientos circulares e infinitos que en más de una ocasión le incitó más deseo carnal que de limpieza.

- Yo creo que... ya es suficiente...- Musitó con voz ronca mirándola con atención a través de sus oscuras pupilas doradas.

La vio sonreír al fin quietamente y levantar sus ojos a él, deteniéndose en su cometido.

- Esta bien- Respondió con las mejillas muy sonrojadas y tragando con fuerza. Volteó de medio lado para depositar la esponja en un tiesto de agua que estaba en el mueble junto a la cama, lo tomó y se dispuso a ir al baño, antes de eso el piloto le tomó el brazo y la miró con una leve sonrisa hinchándole más el corazón.

- Gracias.

Sólo pudo sonreír más de manera casi inocente y se alejó al fin de él cerrando la puerta tras su espalda. Inuyasha suspiró pesadamente entrecerrando los ojos y luego un escalofrío le recorrió el cuerpo. Sentía aun imperturbable la sensación de hormigueo en la piel cuando ella deslizaba la esponja por sobre su pecho, apretó los labios sintiéndose demasiado agitado y perturbado. Volvió a suspirar pero salió de sus labios más un ronco quejido, cuando Kagome abrió la puerta su corazón brincó y él volvió a sonreír intentando frenar aquellas incontrolables reacciones de su cuerpo.

- Ve a casa...- Murmuró, alcanzando su mano cuando ella se acercó lo suficiente otra vez a él. La muchacha estiró su otra mano y le acarició la barbilla rasposa, sus ojos castaños y dulces últimamente tenían otra expresión, eran cálidos, brillantes, tranquilizadores, las sonrisas abundaban en sus labios y eso se trasmitía a Inuyasha haciendo que su recuperación fuera formidable.

- Es temprano aún...- Protestó con debilidad, sin más acercó sus labios a los suyos y los besó apenas, sonriendo, cuando se iba a apartar él deslizó su mano por su cuello y la besó efusivamente. Cayó afirmando ambas manos por sobre su pecho y por primera vez sintió la desnudez del hombre. Sintió un fuego extraño en la boca del estómago, la sangre correr vertiginosa por sus venas y el corazón latirle tan fuerte en el pecho que parecía explotar. Finalmente, Inuyasha la dejó con lentitud entreabriendo sus ojos y ella lo imitó. Cuando ambas miradas se encontraron, Kagome sólo sonrió sintiendo que le faltaba el aire y él la observó con seriedad, con sus labios entreabiertos y húmedos que ella tuvo deseos de volver a besar. Su sonrisa desapareció ante el silencio del piloto, era como si algo hubiera entre ellos, que necesitaran de algo más.

- ¿Interrumpo?

La mueca de fastidio de Inuyasha le reveló que sí. Miroku sólo pudo encogerse de hombros y sonreír de forma boba ante la pareja. Kagome en ese momento se alejó del muchacho acomodándose nerviosamente el cabello y bajando la mirada como si algo la perturbara horriblemente, alejándose hasta la ventana en donde posó sus ojos como si estuviera observando el rojo atardecer de allá afuera.

- ¿Qué sucede?- Preguntó impaciente.

El de ojos azules, si hubiera sido algo más sensible de carácter se hubiera sentido ofendido, pero aquel joven piloto estaba acostumbrado a tomar todo en broma, así que sonrió acercándose al muchacho y moviendo la cabeza.

- Que desconsiderado... sólo vine a verte... – Murmuró cruzándose luego de brazos y mirando de soslayo a Kagome.-... no estabas de tan mal humor cuando llegué...- Bromeó otra vez desviando los ojos hacia él. Inuyasha hizo un gesto gracioso con sus labios como a modo de querer decir algo pero que lo retuvo a tiempo.

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