Mi papá era el mejor del mundo, siempre jugaba conmigo y me hacía cosquillas. Mamá era muy amorosa y papá la quería mucho, siempre se lo decía. Ellos me amaban, mamá siempre besaba mi mejilla y me decía que era su niña y papá desordenaba mi cabello.
Era mi cumpleaños número ocho. Ya era grande pero papá decía que no y el abuelo también.
— Ava, ven mi amor. — Llamó mamá.— ¡Voy! — Grité para que me escuchara.
Corrí desde mi habitación hasta la cocina, donde mamá preparaba mi pastel.
— ¿Quién es la princesa más hermosa? — Preguntó papá, alzándome del suelo y cargándole entre sus brazos.— ¡Yo! — Grité.
— Pero… — Habló mamá. — Yo era la princesa…
— ¡No! ¡Yo soy la princesa! — Yo era la princesa de papá.
— Tú eres otro tipo de princesa, Blanca Nieves. — Papá le dijo en voz baja. — Ava es mi princesita, la niña de papá.
— Sí. — Asentí rápido. — Yo soy la princesa de papá, mamá.
— Puff. — Mamá hizo un ruido grosero.
— Papá, suelo. — Quería jugar con mis muñecas y comer mi pastel.
— Anda, ve. — Me dejó en el suelo y corrí a sentarme.
— ¡Pastel! ¡Pastel! — Canté.
— Toma, come despacio. — Mamá no me dejaba comer mucho pastel como papá.
— Mjm. — Estaba muy rico.
— Entonces, ¿he dejado de ser una princesa? — Le preguntó mamá a papá.
— Tú siempre serás mi princesa, Blanca Nieves. — Papá le dio un besito a mamá.
— ¡Puag! — Grité, dejando de comer y cubriendo mis ojos.
— Ya verás cuando crezcas. — Rio mamá.
— Ni lo pienses. — Respondió papá.
No, yo no iba a hacer eso. Papá decía que eso era malo y yo no hacía cosas malas.Estaba en la escuela, caminando al lado de los otros niños. Yo quería seguir jugando con las muñecas pero la maestra había dicho que no porque debía irme a casa con mis papás.
— ¡Ava! — Gritó un niño detrás de mí.— ¡Daven! — Corrí hacia él. Daven era mi amigo pero a papá no le gustaba.
No debíamos correr en la escuela porque podíamos caernos, eso decía la maestra Carla.
— Ava, me voy. — Él habló muy bajito.— ¿A dónde? — Pregunté, no quería que se fuera.
— No lo sé, papá dijo que tenía que decirte adiós. — Comenzó a llorar. — Yo no quiero.
— Pero eres mi amigo…— Me uní a él, los dos llorábamos. — Dile que no.
— No puedo. — Lo abracé fuerte.
— Te voy a extrañar. — Mi brazo estaba mojado.
— Yo también. — Se alejó de mí y corrió hasta su papá.
Mi amigo se había ido y yo había tenido que crecer sin él.
— Mamá, de verdad…— Murmuré cansina. — Ya estoy grandecita.— ¿Oh, sí? — Asintió repetidas veces. — Perfecto, ve y pregúntale tú.
No, no. Papá jamás me daría permiso si yo le preguntaba.
— ¡Por favor! — Me lancé al suelo y me aferré a sus piernas con fuerza, desestabilizando un poco su balance. — Tú eres la única que puede convencerlo de todo.— Oh, Ava la grande ya no es tan grande, ¿eh? — Se burló de mí. — “Tengo dieciséis, ya estoy grandecita, mamá”. — Me imitó.
— Por favor, ser mágico. Ayúdame. — Ella intentaba liberarse de mí pero no lo tendría tan fácil.
![](https://img.wattpad.com/cover/275815384-288-k181382.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Todos tus Mensajes© AEL #3 [BORRADOR]
Romance💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Tercer libro de la trilogía AEL.• •No es necesario leer los primeros dos libros pero si deseas conocer ciertos detalles, te lo recomiendo.• Las mujeres Da...