INVISIBLE

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-¡¿Quién demonios era?! – gritó Harry en su oficina – alguien le tuvo que ver

El Incidente había sucedido un par de días antes, a pesar de que tanto los magos y brujas, así como los muggles se encontraban todos en perfecto estado, era un incidente que Harry no dejaría pasar por diferentes razones.

No le cabía la más mínima duda de que el ataque a Hermione no fue al azar, estuvo meticulosamente planeado, pues hasta ese momento a parte del dolor de cabeza de no haber dormido, no habían encontrado rastro alguno.

-De verdad señor, no era nadie que estuviese autorizado – se cuadró ante su jefe – de seguro utilizó algún hechizo de camuflaje o algo parecido

-Para unos Aurores entrenados esto no debería pasar – golpeaba en su escritorio con el dedo índice cuando un par de golpes en la puerta le interrumpieron – ¡PASE!

-Señor han llegado los invitados del evento – asomó la cara la joven asistente –

-Hazlos pasar a la sala de conferencias – volteo a ver a sus hombres – salgan de aquí y vuelvan a estudiar todos y cada uno de los invitados, incluyan a los muggles... pudo tener ayuda de alguno, tiene que quedar listo hoy pues van a reabrir el hotel así que si queremos encontrar algo tiene que ser ¡YA!

Ron le pidió a la asistente que los dejara.

-No había nadie Harry, nosotros estábamos en el podio, no podíamos hacer nada más

-¿Te das cuenta que le pudieron hacer el maleficio asesino a Hermione? – le dijo con cansancio – Necesito saber quién fue, y lo quiero ahora Ronald

-Trabajaré duro con ellos y me quedaré cerca en todo momento, mi padre nos ayudará con las cosas esas que muestran lo de las fotos que se mueven – rasca su nuca tratando de explicarse – bueno ya sabes de que hablo, intentaremos encontrarle

-No quiero que lo intenten amigo – se levanta y palmea su hombro – quiero que lo hagan, dupliquen turnos y redobla la seguridad

Asintiendo salió de la oficina dándole un momento a Harry antes de entrar al salón de conferencia, el cual se quedó en absoluto silencio apenas asomó la cabeza

-Te ves fatal Harry – murmuró la castaña desde su asiento –

-Sí bueno, no tengo un doctor las veinticuatro horas que me cuide Herms – se masajeó las sienes – y tengo un loco suelto que por cierto, casi te mata

-Eso no fue así, me aturdió es todo

-A eso iba – les hace ademanes para que todos tomen asiento – sabemos que lo que le hicieron a Hermione no fue más que un hechizo aturdidor y uno de confusión, inofensivos, pero poderosos

-No fue tan grave entonces – murmuró Zabini desde su asiento bastante adormilado –

-Al revés Zabini – Harry juntó las manos frente a todos – si hubiesen querido, le hubiesen podido hacer el maleficio asesino – suspira al escuchar a Hermione respingar – esto es una amenaza directa, y no sólo contra ella

-¿Entonces contra quién? – murmuró Pansy – ¿Contra ustedes?

-Quiero pensar que esto incumbe a Ronald, – suspira – a Hermione y a mí, pero no los quiero dejar desprotegidos a todos ustedes, finalmente todos estaban en la ponencia cuando sucedió

-¿Y qué es lo que va a pasar? – preguntó Daphne – no nos vas a dejar aquí a todos bajo llave mientras tú te dedicas a ser el héroe ¿O sí?

-No puedo privarles de su libertad Daphne, de hecho quiero que lleven su rutina lo más normal posible – les mira – pero les pondré un guardia que les acompañará todo el tiempo – los reclamos no se hicieron esperar y la pelinegra se levantó dando un manotazo en la mesa callándolos a todos –

-Aprecio que te tomes tantas molestias por nosotros, pero yo declino de tus servicios Potter – voltea a ver a sus hermanos – al igual que los muchachos

-Pansy...

Levantó la mano para que callara

-De verdad lo agradecemos, pero sabemos lo que hay en riesgo, si nos pones un guardia, ese sería el único que saldría lastimado – suspira – nos podemos proteger solos gracias

-Me temo que debo insistir Pansy, todos deben tener un guardia

-Es enserio lo que dice pan-pan Potter – Blaise se sienta en la silla de manera más decente – nosotros nos podemos cuidar solos, ¡de verdad! – les señala – ¿Enserio crees que alguien se quiere meter con nosotros? ¿Con ex mortífagos? – se ríe – a veces estar del lado equivocado te puede llegar a traer enormes beneficios, mejor concéntrate en los que de verdad necesitan esa protección

-Bueno – aparece un pergamino y hace algunas anotaciones – Ginny regresa pasado mañana con el equipo y ellos tendrán la protección necesaria, Luna tendrás dos agentes que se van a turnar – le mira pero la rubia se encontraba observando la habitación con interés –

-No es necesario – musito Theo atrayendo la atención – me encargaré personalmente de ello 

Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora