Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)

DRACO & HERMIONE

-La odio – declaró Hermione aventándolo sobre la mesa – no tengo otra palabra para ella más que odio – bebió un sorbo de su té de jengibre – y no me gusta odiar a nadie – hace un puchero –

-Pero nos viene bien para el plan Jane

-Ya lo sé – refunfuña – eso es lo que más me molesta – echo su cabeza para atrás – no sólo tengo que mentirle a mis amigos, ahora le miento a todo el mundo mágico

-Digamos que sólo les ocultas la verdad – le abraza por la espalda colocando su hombro como soporte a su cabeza – y por ahora es lo mejor...

-¿Lo mejor para quién Draco? – le mira de soslayo – ¿Qué demonios estamos peleando? No tiene conexión alguna todo esto

-De acuerdo tranquila – le tomó las manos entrelazando los dedos con los de ella – mira Hermione, el maldito mundo mágico no me interesa en lo más mínimo – colocó un dedo en su boca antes de que lo interrumpiera – por mi puede arder en las llamas del infierno, o Voldemort puede bailar sobre ellos y eso no me va a importar... pero lo que te hicieron a ti – niega – eso no lo voy a permitir

-Draco...

-Por mí que se consuma el mundo mágico, pero que nadie se atreva a tocar uno sólo de tus rebeldes chinos – acarició el cabello que colgaba por su frente acomodándolo tras su oreja – porque entonces si van a conocer al mortífago que Bellatrix Lestrange entrenó

-¿Me quieres explicar cómo es que lo que dijiste sonó estremecedoramente aterrador... y al mismo tiempo hermoso?

-¿Nunca te habías enamorado del malo de la historia verdad? – con una negativa, ambos sonrieron – bueno... bienvenida al lado obscuro señorita Granger

-Hay no cállate, usaste exactamente el tono que el señor Snape en sus clases – comenzó a reírse –

-Si eso es lo que se necesita para hacerte reír – alzó los hombros poniéndose de pie – vamos, tenemos que ir al ministerio

-Tú tienes que ir a San Mungo

-Pero antes pasaré a dejar a mi NOVIA a su trabajo – le regaló un beso en los labios –

-Después de ese artículo... – señaló el periódico levantando una ceja –

-Que se vayan acostumbrando, porque una vez que terminemos con las personas que te atacaron deberán acostumbrarse a esto – la jaló del sillón atrayéndola a sus brazos plantándole un beso – sin tener que escondernos – murmuró sobre sus labios

-Podríamos hacerlo – acaricia su rostro – hoy mismo

-No pienso ponerte en peligro – niega – tenemos que aguantar un poco más

-El rechazo de la gente me importa muy poco – niega – y no me preocupa ser el blanco de los mortífagos si tú estás a mi lado

-Lo sé – la abraza – sé que no te interesa, pero tampoco voy a retarlos poniendo una diana en tu espalda

-Te preocupas demasiado Draco, no me va a pasar nada

-Lo del evento fue una advertencia Hermione – acaricia su rostro – si mis tíos están detrás de esto como creo, su principal objetivo era destruir a Potter – toma su rostro con ambas manos fijando sus ojos en los de ella – pero si se creyeron lo que esa sabandija escribió, sólo te pone en doble peligro ¿Entiendes eso? – la castaña asintió – dilo

-Lo entiendo Draco – susurró antes de regalarle un beso –