ALIADOS

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-Aún no puedo creer que Zabini te haya dado la espalda después de lo mucho que se tardaron en reconciliarse – espeto Theo dándole el vaso de wiski a Draco – lo que si me sorprendió es que tú precisamente vinieras con nosotros – señaló a la castaña con una sonrisa –

-Creo en Draco – se sentó en su regazo acariciando su cabello – en verdad lo hago

-Yo creo que si dice la verdad también – susurró Luna acostada en el sillón de dos plazas jugando con sus pies – aunque eso no quiere decir que esté en lo correcto

-¿Qué dices cariño? – bufó Theo –

-Que él puede creer firmemente en las cosas pensando que de verdad son así – les voltea a ver – aunque eso no signifique que sea cierto

-Créeme Luna – susurró Draco saliendo de su ensimismamiento – a mi es al que más le gustaría estar equivocado en esto, rompería la familia que formamos por décadas

-También se eso – repone Luna – creo que te podrías equivocar en cualquier cosa Draco – le observa sincera – pero no en como juzgas a las personas

-Pero Zabini no nos dio la espalda – bebió un trago de su wiski regresando al tema –

-¿De qué hablas? – preguntó Theo – estábamos en la sala cuando se fue

-Dijo que haría lo necesario – levantó el rostro con una sonrisa – pero no dijo que lo necesario por ella

-¿Crees que se quedará como espía de Harry? – preguntó la castaña –

-Y no sólo eso, traerá a Pansy consigo – asiente –

-¿Por eso regresamos a la mansión Parkinson? – preguntó Luna –

-Sí, nuestras chimeneas se conectan unas con otras, podremos entrar y salir sin ser vistos – alza los hombros –

-No sé Draco – hace una mueca Hermione – y si les hace prometer que las cosas del caso no las pueden comentar con nadie más, normalmente ese es el protocolo

-Pero mientras no les haga un juramento inquebrantable – alzó los hombros Theo – eso no los va a detener, la lealtad es algo que se gana Hermione, así que por mucho que toleremos a Potter, la lealtad que tenemos con Draco es mucho mayor a una simple promesa

-Ahora vayamos a descansar un poco – se levantó Draco tomando a la castaña por la cintura – no sabemos a qué hora llegaran y la jornada de ayer fue extenuante

-Si claro descansar – Theo bebió burlón del licor – ahora así le dices

-Uno siempre descansa mejor después de un orgasmo –

La castaña golpeó a Draco en el brazo, pero este acalló sus quejas en un beso saliendo de la sala de estar.

-Creo que Draco tiene razón – secundó Luna – ¿No lo crees cariño?

-A sus pies señorita – dejó el vaso en la alfombra tomándola en brazos mientras la rubia comenzaba a besarlo mientras acariciaba su cuello –

Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora