DUDA

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-He querido preguntarte algo desde – carraspea – desde que abandonamos la oficina de Potter

-¿El qué? – respondió de manera distraída sirviendo la comida en los platos –

-¿Por qué decidiste venir conmigo? – soltó la pregunta sin dejar de observarla –

El rubio tenía la costumbre de observar con detenimiento a las personas, la mayoría de las veces ellas hablaban antes de siquiera poder pensar en una respuesta.

Hermione no fue la excepción.

Sus movimientos se detuvieron por algunos segundos antes de continuar su tarea, su espalda se mantuvo un poco tensa y sus movimientos eran aún más calculados que de costumbre.

-¿Qué clase de pregunta es esa? – respondió por fin – ¿No te agrada que confíe en ti?

-Me siento muchísimo mejor que cualquier otro mago o muggle de este mundo – deja escapar un bufido sarcástico – pero tú mi querida Hermione, no eres una persona que haga algo si no tiene alguna razón poderosa para hacerlo

-En primera – gira recargándose sobre la mesa para verlo fijamente – me ofende muchísimo que no me creas sobre la fe que te tengo

-Pero... – alzó una ceja cruzándose de brazos sobre su silla –

-Pero en la guerra una persona ve demasiadas cosas – su mirada se pierde en algún rincón de la habitación mientras el brillo de sus ojos la abandonaba dejando entrever esa obscura sombra de aquellos infernales días – cosas que no tendrías que ver... o al menos que no te gustaría recordar – musitó completamente abstraída –

-¡Hey! – la atrae a sus brazos haciéndola reaccionar de inmediato – ¿Estás bien?

-Sí – le sonrió escondiendo el rostro en su cuello aspirando su colonia – hueles a Blaise – sonrió irónica –

-Lo sé, no podía dejar ningún detalle al azar – hace una mueca – me daré un baño después de comer, tengo prácticas más tarde y creo que mi agenda no estará nada sencilla

-Y yo tengo que ir al ministerio – hizo una mueca – será mejor que nos apuremos – le da un beso antes de voltearse para seguir acomodando la mesa, el rubio decidió no volver a cuestionarla sobre ese asunto, pero su voz le detuvo en el marco de la puerta de la cocina – su comportamiento no era normal – le dijo pero él no se volvió – cualquier persona que haya sufrido un ataque como el que leí en estos informes no dejaría que ninguna persona, hombres en especial, se acerque a menos de no sé cuántos mundos de distancia – suspiró – ella permitió que estuvieras frente a frente con ella... y sólo cuando todos estábamos dentro de la sala reaccionó como se supone tenía que reaccionar desde un principio

-Sabes mucho sobre ese tipo de comportamiento

-Nadie dijo que mi trabajo fuera agradable 

Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora