Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)

PARA SIEMPRE (Parte 4)

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

(Pansy & Harry)

-Disculpa la tardanza – sonrió el azabache quitándose el abrigo – la práctica tardó un poco más de lo que esperaba Ginny

-¿Hablaste con ella? ¿Le dijiste que me verías?

-Sí – le tomó la mano – pensé sobre lo que me dijiste acerca de los premios de consolación y creo que no sería capaz de obligar a Ginny a convivir conmigo tras las recientes situaciones – le dio un beso en el dorso de la mano – pero también tengo que hablar contigo Pansy, por que no quiero lastimarte

-Sé que no soy la persona a la que amas Potter

-No lo eres – asintió – y en realidad no sé que es lo que siento por ti o por Ginny... hace poco le pedí matrimonio

-Lo sé – suspiró ella acercándose con lentitud –

-Pero quiero que sepas – la atrajo con firmeza a la calidez de su abrazo – que tampoco eres mi premio de consolación

-Eso también lo sé – murmuró – eché las cosas a perder ¿verdad?

-No lo creo – niega – no

-¿De verdad te sientes bien sabiendo que te obligué a acostarte conmigo?

-¡Vamos Pansy por amor a Merlín! – la separó de su cuerpo sosteniéndola de los brazos – eso no pasó, jamás me obligaste a hacerlo

-Tienes razón, eso suena demasiado condescendiente, te seduje

-Pero tiene que haber cierto grado de atracción por alguien para que pase lo que pasó entre nosotros – le toma el rostro robándole un pequeño beso – creo que son ese tipo de cosas lo que te hace plantearte el rumbo que lleva tu vida

-¿Del tipo si te gusta lo que haces?

-Exacto – asintió –

-¿Entonces no eras feliz con Ginebra?

-Supongo que no tan bien como yo pensaba – la volvió a abrazar – sólo sé que en ese momento te necesitaba, y no sólo de la manera sexual

-Pero también fue bueno ¿No?

-Sí – rio con ella – lo fue

-Hubiese sido decepcionante que el gran e inigualable Harry Potter dijera que eso no fue para nada bueno

-Créeme que jamás en mi vida diría eso

-¿Nunca? – levantó el rostro –

-Jamás

-Creeré en su palabra señor Potter – pasó las manos tras su cuello – aunque creo que tendrá que confirmarlo

-¿De verdad? – alzó una ceja – ¿Tiene alguna sugerencia señorita?

-Un par de hecho – asintió besándolo – porque he de confesar que lo tomé por asalto señor Potter

-Oh no planeaba denunciar aquel abuso de autoridad

-Estoy realmente agradecida por ello – acaricia su cuello sintiendo los músculos de azabache tensarse ante su tacto – pero me temo que soy mujer

-Creo que lo alcancé a notar la última vez que nos vimos

-Hubiese sido bastante malo que no lo hubieras notado – sonrió coqueta – pero creo que esta vez dejaré que usted sea el que da las órdenes

-¿De verdad me dará tal honor señorita?

-Lo estaba considerando, pero creo que es una muy inteligente decisión

-Me agrada la idea – asiente – pero antes de que comience a ejercer el control que atinadamente me cedió necesitaré de un favor

-¿Cuál? – preguntó confundida –

-Necesito que me indique el camino hasta tu habitación

-No necesitamos llegar a la habitación – negó dejando caer su abrigo deleitándolo nuevamente con un maravilloso conjunto de dos piezas, pero esta vez de un color escarlata con hilos dorados – tenemos la mansión para nosotros solos

-Pansy...

-Pero – sonrió caminando de espaldas para no romper el contacto con él – si deseas encontrar la habitación, tendrás que adivinar cual es la mía

-Al demonio con la habitación – jadeó acercándose de dos zancadas hasta ella –