RODOLPHUS & RABASTAN

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-La insufrible chamaquita tenía razón sobre esto – Rabastan le aventó el periódico a su hermano, quien trataba de recuperarse de una gran cruda después de pasar algunos días sumergido en el alcohol – al parecer tú sobrino no tarda en hacer pública la relación con la sangre sucia... la amiguita esa de Potter

-Como si me interesara en lo más mínimo – masajeó sus sienes – ¿Cómo les fue en esa estúpida misión?

-Al menos dejamos en claro que tienen competencia – alza los hombros de manera desinteresada – murieron dos o tres pero los demás escaparon haciendo el mayor daño posible a los muggles – suspira – tenemos que culminar lo más pronto posible este último trabajito

-¡Eso ya no me interesa Rabastan! – le toma de la capa pegándolo casi a su nariz – ¡Me interesa que ella esté bien!

-¡Y POR ESO MIRA DÓNDE NOS ENCONTRAMOS! – gruñó haciéndole a un lado – estamos siendo chantajeados por una estúpida mocosa – lo señala con el dedo – te dije Rodolphus ¡Te dije que tenías que acabar con ella cuando podías!

-¿Y TERMINAR CÓMO? ¡¿CÓMO TÚ?! – lo empuja – vagando por la vida en completa miseria

-¡JAMAS TORTURARON A AGNES COMO LA TORTURABAN A ELLA! – le regresó el empujón aún más fuerte – AHORA.SOY.INVENCIBLE

-¡SI ERES TAN INVENCIBLE ENTONCES... ¿QUÉ CARAJOS HACE AQUÍ?!

-¡AYUDANDO A MI IMBÉCIL HERMANO! – ambos se quedaron sosteniéndose por los hombros mirándose como animales salvajes – ayudándote a no ser como yo

-Rabastan...

-No – lo cortó empujándolo y tomando la primer botella con licor que encontró en el cuarto – repudio la decisión que tomaste de dejar a Agnes y casarte con Bellatrix sólo para protegerla – suspira – pero matarla también fue un acto de cobardía...

-¿Hubieras preferido enfrentarte al Lord?

-¿Cuándo aún había oportunidad de matarle? – asintió fervientemente empujando el líquido por su garganta – y lo hubiera hecho sufrir de las peores formas que pudiera... – cierra los ojos – aunque eso jamás hubiera borrado todo el dolor que ya le habían infringido – lo señala – pero tú, ¡Tú pedazo de imbécil! –niega azotando la botella contra la chimenea dejando salir un flamazo – pudiste evadir ese destino para Agnes

-No tienes que quedarte aquí – toma el hombro de su hermano – yo nos metí en este problema y es mi responsabilidad sacarnos de él

-No tengo nada mejor que hacer Rodolphus

-Pero tampoco tienes que torturarte – le empuja – puedes escapar... empezar de nuevo

-¿En dónde? – le regresa la mirada – ¿En dónde es que un asesino serial y violador de mujeres puede empezar de cero? – niega repetidamente observando el fuego bailotear – tengo que cuidar que al menos uno de nosotros termine de la mejor manera posible

-Tal vez Andrómeda...

-Ni si quiera la menciones – niega pasando de lado – prepárate, tendremos que ir a visitar a la linda princesa para que nos diga cuál es su siguiente gran movimiento – azotó la puerta antes de salir –

Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora