Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)

PRIVILEGIOS

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!

-Draco yo... – trató de disculparse por millonésima vez –

-Está bien Jane – musitó un poco fastidiado – ese tipo de cosas son las que guardamos para nosotros – le quita la chamarra – ¿Te autorizaron las nuevas protecciones?

-El propio ministro junto con Harry las vinieron a poner mientras estábamos fuera – asintió dejando que le ayudara a ponerse cómoda –

-Bien... aunque no creo que estemos del todo protegidos – la atrae a sus brazos en el sillón –

-¿Extrañas tú casa? – trato de cambiar el tema de conversación –

-Extraño más a mi madre que la mansión – sonrió regalándole un beso en el cabello – me gusta tu casa

-¿Por qué no me pierdo entre los pasillos de la mansión? – le contestó risueña –

-No – rodó los ojos atrayendo su mirada – porque contigo se siente como un hogar

-Dices eso con cierta tristeza – Hermione acarició su rostro –

-Es algo que jamás tuve con mis padres – alza los hombros – mi madre se esforzaba por tratar de que no me diera cuenta pero...

-Tú padre no se lo ponía fácil

-No importa lo mucho que tratara, su drama personal y su terquedad por el lado obscuro lo destruyó y nos llevó con él a la tumba de cierta manera

-Pero ustedes pudieron reconstruir algo – le tomó las manos hincándose frente a él – se pueden dar otra oportunidad

-Me temo que envenenó lo suficiente la consciencia de mi madre – niega al recordar los hechos que lo llevaron a esa forma de vida tan errante que llevaba desde hacía unas cuantas semanas – creo que te hubiera gustado la Narcisa de cuando estábamos en Hogwarts

-Me gusta la Narcisa que conocí – levanta los hombros – te hizo el hombre que eres a pesar de las adversidades – se acercó para darle un corto beso – y eso se lo agradezco profundamente

-Quisiera decir algo a la altura de esas palabras, pero – niega – no soy tan diestro para expresar mis sentimientos de esa manera

-¿Draco Malfoy está aceptando que no es bueno para algo? – agregó con un deje de sorpresa extremo – ¡Merlín nos ampare del apocalipsis que se avecina.... – irrumpió en risas cuando el rubio reía de manera sarcástica y comenzaba a hacerle cosquillas –

-Ja, ja, ja – entrecerró los ojos – eres tan graciosa Jane

-Deja de decirme así – musitó entre risas – pareciera que estás enojado conmigo

-me gusta decirte Jane – ladeó una sonrisa dejándole un beso en la sien –

-Para molestarme como siempre – rodó los ojos –

-No – le dio un ligero golpe en la mente con un dedo – porque soy el único que lo puede hacer sin sufrir una imperdonable

-Esa no es la única cosa que puedes hacer sin sufrir una imperdonable - le sonrió la castaña –

-¿Así que tengo otros privilegios? – rascó su barbilla con los ojos brillantes – me tienes intrigado

-Lo sé – le plantó un corto beso poniéndose de pie, y aún de espaldas, desabrochó la blusa y extendiendo con extrema lentitud su mano hacia un costado la dejó caer en el suelo – ¿El señor Malfoy quiere averiguar todos sus privilegios? – susurró provocativamente caminando hacia el cuarto desabrochando otra de las prendas

-Pero claro que sí – jadeó con los ojos centelleantes de diversión y desabrochando la corbata la siguió dentro del dormitorio –