Serendipia (Saga Sempiterno, Libro 2)

DESCONFIANZA

El agua llevaba algunos minutos corriendo pero ella no se atrevía a importunar en sus cavilaciones.

Su rostro estaba demasiado concentrado, casi podía notar los pensamientos galopados dentro de su cabeza, sus ojos se mantenían fijos en sus manos ahora ya completamente limpias por el jabón.

Cerró la llave mientras él continuaba con el movimiento circular entorno a sus manos.

-¿Qué es lo que te pasa? – musitó Hermione tras unos momentos de pesadas respiraciones por el rubio y la reticencia a curar a aquella chica – sé que es tu ex–prometida pero no puedes dejarla de esa manera – le tocó del brazo – te necesita amor mío

-Ella... – suspiró fuertemente agarrándose del lavabo y dejando caer la cabeza resignado, si no lo decía explotaría – está fingiendo Hermione

-¡¿Qué?! – la castaña llevó las manos a su boca reprimiendo el sonido – no, por Morgana ella no puede estar fingiendo aquello

-Sí que lo está – ruge alejándose del lavabo y recargándose en la pared más cercana –

-¿Cómo estás tan seguro? – Hermione se acercó a él tomando el rostro entre sus manos –

-Si Draco – Harry cerraba la puerta observándolo – ¿Por qué estás tan seguro?

-Porque conozco a mis tíos Potter – le miró de manera gélida – y conozco a Astoria Greengrass

-Conozco un poco a ambos y eso no me capacita para decidir si está mintiendo – alza una ceja – te veías realmente afectado cuando la viste por primera vez

-Yo... – niega con una media sonrisa ante el escepticismo del morocho – debo aceptar que pareció creíble hasta para mí en una fracción de segundo, pero algo no está cuadrando en todo esto

-¿Y qué es?

-¡Maldita sea no lo sé! – gruñó levantándose de un solo movimiento haciendo trastabillar a Hermione – algo se me está escapando

-No puedo tomar sólo tú palabra contra los hechos – aventó las fotografías en su escritorio – mira todos los hematomas, los rasguños – tomó una fotografía en donde la rubia daba vuelta mostrando las marcas del cuello – ella no pudo haberse hecho eso sola

-¡Por supuesto que no se lo hizo sola! – quitó de golpe la mano del morocho dejando que la fotografía cayera al suelo – eso requiere ayuda pero piensa Potter, piensa con la sangre fría – le puso un dedo en la sien –

-Créeme cuando te digo que lo estoy pensando de la manera más fría posible – señaló a Hermione – la atacaron y pensamos que ella era la amenaza, pero tal parece que nuestros pensamientos estaban bastante errados

-Está en perfectas condiciones fuera de aquellos golpes – negó sin escuchar realmente lo que Harry había comentado – no está más delgada, parece demasiado cuerda – caminaba en círculos tocándose el cabello y frotando su cara con desesperación –

-Sólo está en shock – negó Harry haciendo los hombros para atrás tratando de aliviar la tensión que sentía – creo que sólo la utilizaron para poder llegar lo más cerca de nosotros que se podía

-Rechazó tu oferta de comida – el rubio seguía con su letanía mental hasta que se giró de golpe con los ojos muy abiertos – ¡DEJÓ QUE LA TOCARAS!