Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Realidad

Narra Jungkook

—¡Te deseo! —exclamo con la respiración agitada, mientras él devora mí piel.

—¿Qué sucede Jeon? ¿A caso no te gusta? —me sonríe con esa mirada pícara.

—Al contrario, me encanta... Sigue, no pares.

Vuelvo a tomar sus labios pegándolo más a mi cuerpo, a la vez que camino hacia mí habitación.

Al llegar caemos sobre la cama, su pequeño cuerpo debajo del mío queda perfecto.
Me incorporo sobre los rodillas para comenzar a desprender mi camisa bajo su atenta mirada. Sus ojos me recorren el torso con hambre...

—¿Te gusta lo que ves? —le pregunto sonriendo.

—Me fascina. —dice mordiéndose su labio inferior.

—No hagas eso. Me calienta demasiado... —le susurro.

—¿Qué cosa? —pregunta a propósito—.  ¿Esto? —vuelve a hacerlo y a mi se me estremece todo el cuerpo.

—Te lo advertí... —agarro su camisa y se la abro de un tirón. Arrancándole todos los botones a la pobre prenda.

Él simplemente se ríe de la situación...

Comienzo a besarlo con desesperación, mordisqueando sus labios, bajo por su mentón y beso su cuello para luego dedicarme especialmente  a sus rosados pezones que ya están erectos producto de la excitación que experimenta su cuerpo.

Me encanta el sabor de su piel, me encanta como se retuerce de placer debajo mío. Gracias a mí.

—¡Jungkook! Hazme tuyo, por favor.

—Dios mío. Te deseo tanto... —le confieso perdido en sus reacciones.

Es ahí cuando él aprovecha mi momento de debilidad y me tumba sobre el colchón, montándose sobre mis caderas.

—Vamos a consumar este matrimonio Jeon. —me dice de manera sensual  restregando su trasero sobre mi erección, la cual reza por salir.

—Bebé... No olvides quién manda aquí... —me volteo y vuelvo a dejarlo debajo mío. Donde tiene que estar.

Desprendo el botón de su pantalón y me quito de encima suyo para terminar de quitarlo, mandándolo a volar y... ¡Por Dios, voy a enloquecer con lo que veo!

Lo tengo casi desnudo arriba de mi cama, con su sexy braguita de encaje blanco que contrasta perfectamente con su suave piel.

Es hermoso.

Quiero tomarlo.
Quiero que sea mío.
Quiero hacerlo gemir mí nombre.
Quiero que se rinda ante mí.

Lo observo sentarse en el borde de la cama. Estoy atento a todos y cada uno de sus movimientos.
Posa sus pequeñas manos  en la piel desnuda de mi pecho y las desliza hasta mi vientre...
Me mira a los ojos mientras se deshace del cinturón para luego desabrochar mi pantalón, bajándolo a un ritmo tortuoso y cuando tira del elástico de mi boxer tiemblo por la anticipación.

Lo miro hambriento imaginando lo que hará a continuación.
Apoya sus labios en mi vientre y con su lengua juguetea en mí ombligo. Hasta que se cansa e inicia un sendero de besos húmedos que se encuentran con el elástico de mí bóxer.
Entonces siento su mano bajar mi ropa interior y a continuación, tomar mi miembro para empezar con un masaje suave y lento que me pone a mil.

—¿Me deseas tanto? —pregunta suavemente.

—Esa pregunta está demás... —respondo.

—Voy a saborearte primero Jeon... —gimo cuando me acaricia el pubis con la punta de su nariz y la desliza hasta el tronco de mi pene y me pierdo totalmente cuando siento su lengua recorriendo mi piel caliente.