Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Tentación

Narra Jungkook

Era tarde...
Quizás ya de madrugada y yo buscaba, como cada noche, alguna excusa para no volver a mí departamento.
No quería o mejor dicho no podía estar ahí un solo segundo.
Ese lugar, el que hace unos pocos días, llamábamos nuestro hogar,ahora solo era un lugar vacío, lleno de su aroma, de sus sonidos, de su rutina y no lo soportaba...
No más.

Durante estos días trataba de mantenerme ocupado.
Salía tarde de la empresa a propósito, pasaba a ver a mis padres y algunas veces cenaba con ellos esquivando muchas de sus preguntas; mientras que otras veces —y esta era una de ellas— terminaba sentado en el mismo bar de siempre tomando unas copas que me ayudaran a enfrentar la realidad de mi vida.

En realidad no pensé que ésto sería tan difícil. Con el pasar de los días, en lugar de sentir alivio, me pesaba cada vez esta situación.

—¿Otra vez por aquí? —sé quien es sin siquiera elevar mi vista.

—Creo que se me ha hecho un hábito —le digo intentando sonreír.

—Ya lo veo... —se apoya en el mostrador y estudia mi mirada—. ¿Son penas de amor?

—¿Perdón? —odio que se pasen de listos e intenten analizarme.

—Las que estás ahogando con tanto alcohol por noches... ¿Son penas de amor?

—Soy muy predecible, verdad?

—Solo un poco... —veo que extiende su mano y luego se presenta—. Soy Ailee, un gusto conocerte.

La miro durante unos cuantos segundos y luego tomo su mano...

—Soy Jungkook y el gusto es mío. —ella me sonríe pero yo no puedo devolverle el gesto.

—¿Gustas una? —pregunta con una botella de cerveza en su mano.

—¿Por qué no?

— Toma... la casa invita, solo porque eres buen cliente últimamente. —me pasa la bebida y se sienta justo frente a mí.

—Gracias... ¿Puedo preguntar algo?

—Adelante... dispara...—me dice con un gesto gracioso.

—¿Trabajas aquí?

—Vaya... ¡Eres guapo e inteligente! —su tono me hace reír—. Esas dos cualidades juntas ya casi no se ven hoy día.

— ¡Ya, no te burles! ¡Solo era una pregunta tonta! —porque la verdad no sé que decir.

—Pues, algo así. En realidad el bar es de mi hermano, solo lo ayudo de vez en cuando... ¿Por qué la pregunta?

—Simple curiosidad —digo sin importancia—. Hace unos días te veo rondar por aquí, solo eso...

—Mmm... Entonces llamé tu atención... —menciona de forma coqueta,—. Tú ¿a qué te dedicas? —inquiere luego.

—Trabajo en una empresa de construcción... —miento un poco.

—Interesante... así que eres un hombre importante, verdad?

—Puede ser... —ni crea que no sé lo que está intentando hacer.

—Te he visto aquí varias noches un poco aturdido. ¿Quieres hablar de ello? —niego.

—No hablo de mi vida privada y mucho menos con desconocidos... —me llevo la botella a la boca y termino de beber su contenido.

—¡Uuuff! Hombre de pocas palabras, me gusta eso... —creo que por primera vez en días me divertiré esta noche.

Quiero volver a ser el de antes...