Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Siguiendo a mi corazón

Narra Jungkook

Estaba lloviendo con fuerza.
Las pesadas gotas castigaban contra los grandes ventanales de mi oficina...
Perdido mirando a través del cristal, no paraba de pensar en él.

Odiaba reconocer que me preocupaba el hecho de que estuviera solo en casa con esta tormenta.
Mí mente iba a mil por hora.

La noche anterior había bajado la guardia ante la necesidad de sentirlo cerca.
No sé qué es lo que me hizo, no sé qué es lo que quiero de él. Lo único que sé, con certeza, es que no quiero ceder de nuevo ante esa dependencia que los humanos llamamos amor, pero voy en caída libre.

Me matan las ganas de salir corriendo de aquí y volver a protegerlo.

Siento que suena mi celular y me vuelvo al escritorio donde lo había dejado anteriormente.
Al tomarlo veo en él un mensaje de Yowon, la secretaria de Nam.

Un suspiro pesado escapa de mí boca...
La chica resultó ser un chasco. Linda sí, sexy también y atractiva también; pero en la cama cero piel. Por lo tanto lo ignoro, no me interesa.
Me sorprendo a mí mismo pensando aquello y me pregunto: ¿Será eso o será que  estoy comparando?

Espabilo y frustrado por no poder sacarlo de mí cabeza salgo de mi oficina decidido a irme a casa, pero me encuentro con Yoongi en el camino...

—Jungkook, justamente iba a verte. —me dice él.

—Genial. Iba de salida pero entremos.

—Bien. He revisado lo que me has pedido. —habla mientras se sienta frente a mí—.  Justamente hay un par de cláusulas que deberían ser modificadas en el contrato que me mostraste para que luego no causen ningún tipo de problemas.

—Estupendo. Gracias por eso, lo discutiré con el señor Park más tarde para que se ocupe. —hago una pausa y pregunto lo que quiero saber—. ¿Has pensado en lo que te he propuesto?

—Mi respuesta es sí... Veo que aquí te haré falta así que estaré encantado de trabajar contigo. —una sensación de alivio recorre mí cuerpo.

—Me alegro... Hablaré con el departamento de recursos humanos para que redacte tu contrato cuánto antes. En cuanto lo tengan me contactaré contigo de inmediato y podrás comenzar a trabajar enseguida. —le explico.

—Esperaré tu llamada. ¿Está todo bien? —me pregunta luego.

—Sí... ¿Por qué lo preguntas?

—Te noto algo ausente... Raro en ti. —comenta.

—De hecho olvidé unas carpetas que necesito en mi casa. —encuentro la excusa perfecta—. Iba a buscarlos cuando te encontré. Debo ser eso.

—Ok. Entonces te dejo, así puedes ir. —se pone de pie y yo lo imito—. ¿Nos vemos esta noche? Imagino que irás a la cena con los chicos.

—Sí, no me la perdería. —ambos caminamos hacia la salida—. ¿Quieres que te deje en algún lado?

—No, gracias. Vengo con mi auto. Esperaré a que me contactes entonces. Nos vemos luego Jeon.

—Ok, nos vemos.

Una vez que Yoongi se va dejo de batallar contra mi mente y me monto en mi coche para ir a verlo.

La excusa de las carpetas, que por cierto sí olvidé, me vienen como anillo al dedo para regresar a casa y ver lo que quiero ver.

Luego de quince minutos llego a la puerta de mi departamento y algo llama mi atención antes de abrir la puerta.
Escucho música.