Contrato de amor •|Kookmin AU|•

¿Amor o admiración?

Narra Jimin

Muero de sueño...

No he podido pegar un ojo en toda la noche atormentándome con lo que pasó anoche en su vestidor. Necesito hablar con Tae y sacar esto de mi sistema porque voy a volverme loco.

Es una mañana preciosa de lunes ,luego de un domingo gris.
Hoy al fin brilla en lo alto el sol... 

Camino con mi mochila al hombro hacia el instituto. Lo único positivo de vivir en ese lugar es que tengo prácticamente todo cerca, lo malo: el ser que habita ahí.

Llego veinte minutos después al colegio y en la puerta veo a Taehyung platicando con Soomi, una de nuestras compañeras.

—Buen día. —los saludo a ambos.

—Hola Minnie  —me abraza eufórico Taehyung—. Te extrañé amigo mío.

—Y yo a ti... —le digo abrazándolo también.

—Felicidades Jimin... Ayer me enteré de tu boda ya que la noticia salió por toda la prensa rosa. —me dice ella.

—Es verdad Minnie y déjame decirte que sales precioso en todas las fotos... —exclama él —. Tienes que verlo, aquí tengo algunas capturas... —veo que saca su teléfono y busca en su galería las dichosas fotos.

—¡Quiero verlas también! —dice Soomi abalanzándose sobre nosotros.

—Mira aquí. ¡Amo esta foto! —habla Taehyung.

A veces sospecho que se olvida de la realidad.

Sin poder evitarlo me sonrojo...

—Oye Jimin, por cierto, tu esposo es muy guapo. ¿Como es que lo tenías tan escondido? Nunca antes lo había visto contigo... —menciona ella.

—Aaah, bueno, yo pues... —no sé qué rayos decir—. Nos conocimos hace poco y...

—¡Fue amor a primera vista! —salta Taehyung salvándome las papas.

—Qué interesante. —dice ella—. ¡Sueño con que me pase algo así algún día! —le creo porque sus ojos brillan de ilusión cuando lo dice.

—¿En verdad? —le pregunto.

—¡Si! Conocer al amor de vida, casarme e irme con él de... ¡Oye! —de pronto parece darse cuenta de algo importante—. ¿Qué hay de su luna de miel?

—Es que él es un hombre muy ocupado. Seguramente lo haremos más adelante.  —trato de dar una buena respuesta  y creo que lo logro.

—Eso es cierto. —agrega mí amigo—.  Además estamos en exámenes finales. Recuerden que sólo nos quedan tres semanas para poder graduarnos.

—En eso tienes razón. Es mejor disfrutar del viaje una vez que hayas terminado con todas tus responsabilidades. ¿No Jimin? —asiento.

—Tae... ¿Tienes un momento antes de entrar? —le pregunto al fin.

—Claro, tú me dirás para que soy bueno.

—Acompáñame... —le indico con la cabeza para alejarnos un poco—. ¡Nos vemos luego Soomi!

—¡Adiós chicos! —nos saluda ella.

Una vez nos encontramos solos le indico a Tae que nos sentemos en una de las  bancas que hay en el gran patio.

—Necesito contarte esto, porque si no lo hago me moriré envenenado. —le digo ansioso.

—Me asustas... Estas algo nervioso, Jimin —me mira con preocupación—. ¿Qué sucedió?