Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Juntos

Narrador omnisciente

La semana había pasado volando y el día de la exposición anual de danza de la academia donde acudía Park Jimin, estaba a la vuelta de la esquina.

La mañana del viernes para Jimin garantizaba un completo calvario.
Las nubes oscuras cubrían el cielo de la ciudad desde la noche anterior y anunciaba lo inevitable.
Aún no amanecía y junto al gran ventanal de aquel departamento se podía apreciar  una pequeña figura.
Ahí estaba él... algo perdido en sus propios pensamientos; vestido sólo con un gran remerón que no le pertenecía; los pies descalzos y su pelo totalmente desordenado, mirando a través del cristal como la tormenta se avecinaba.

Sin poder evitarlo su ansiedad iba en aumento. Él no sé llevaba bien con las tormentas; eso ya era sabido.
Estaba tan inmerso en su mundo que no se percató que su esposo lo observaba desde el inicio de la escalera hasta que sintió unos fuertes brazos envolviendo su frío cuerpo. Jimin, inevitablemente, se sobresaltó ante la sorpresa pero al saber de quien se trataba solo dejó caer su cabeza en el pecho del chico que en este último tiempo se había convertido en su todo.

—Perdón cariño, te asusté... —se disculpó dejándole un beso sobre la sien.

Entonces Jungkook supo que algo no estaba bien.

—Solo me tomaste por sorpresa —volteo aún en sus brazos y se abrazo al cuerpo de su compañero—. Creo que hoy lloverá...

—También lo creo... Volvamos a la cama, es muy temprano. —levantando su delgado cuerpo hizo a Jimin enredar las piernas en su cintura y emprendió nuevamente el camino hacia la habitación, pero esta vez con lo que tanto le hacía falta.

Una vez allí, en la intimidad que los refugiaba cada noche, Jeon se dedicó a llenarlo de caricias tratando, quizás, de sacarlo del trance en el que se encontraba.

—Kookie... —Jimin quería llamar la atención de aquel hombre que estaba devorando su piel con esos besos que tanto amaba.

—Mmm... —se detuvo y se concentró en mirarlo—. ¿Qué sucede? —le preguntó mientras arreglaba su cabello esparcido en la almohada.

—No-no me dejes sólo. —Jungkook solamente le sonrío dulcemente tratando de transmitirle un poco de tranquilidad, rozó su nariz con la de él y susurró sobre sus labios...

—No lo haré. Me quedaré contigo, lo prometo. —luego volvió a tomar sus labios, acomodándose entre sus piernas. En esa silenciosa habitación solo se podía escuchar los sonidos de dos personas entregándose a la pasión que los consumía. Sus besos, sus caricias y sus respiraciones pausadas formaban la más hermosa melodía—.  Quiero hacerte el amor cariño.

—Te quiero... —entonces no necesitó nada más... Despacio, sin prisa fue introduciéndose en él mientras que Jimin se aferraba a su espalda, dejando claras evidencias del placer que estaba sintiendo—. ¡Oh, Kookie!

—Amo tanto estar dentro de tí —sus embestidas eran lentas pero profundas, dejando bien en claro la necesidad que tenía por sentirlo así.

Un fino sudor cubría sus cuerpos y cuando Jungkook sintió las paredes de Jimin contraerse, aferrándose a su miembro, supo que estaba cerca, tan cerca como él.

—¡Ah, Kookie, no pares! —para Jimin ésto era otro nivel. Ellos siempre eran muy activos en el sexo, pero esto era diferente, mucho más íntimo.

—Juntos amor... —acomoda sus caderas imitando la acción de Jimin por recibirlo mejor y ambos gimen al mismo tiempo—. ¡Oh, cariño! Eres todo mi placer...

—¡Kook... Kookie! —su piel se eriza al sentir la respiración cálida sobre su cuello, cierra los ojos con fuerza y al instante siente como el miembro de Jungkook palpita y se expande preparándose para su liberación.

—Te amo Jimin. —jadea mientras que Jimin arquea su espalda al sentir la descarga de placer apoderándose de su cuerpo y en una última embestida larga y dura alcanza el clímax.

Gimen, tiemblan entre los brazos del otro a la vez que Jungkook continúa su vaivén lentamente vaciándose en su interior.
Sus labios se encuentran y con un profundo beso sellan de alguna manera lo que acaba de suceder.

—Te amo... —susurra Jimin sobre sus labios—. Te amo como nunca amé ni amaré a nadie.

—Lo sé... Sé que me amas, puedo sentirlo. —jamás creyó estar en este momento y mucho menos sintiendo nuevamente ese sentimiento.

Cuando a penas lo conoció solo quería vengarse de todos los que formaban parte de este absurdo plan que lo arrastraba también a él. En el camino no esperaba enamorarse, pero simplemente sucedió, amaba a Park Jimin de una forma que no podía explicarse.

—También siento que me amas Kookie. —la sonrisa de Jimin era lo más bonito que Jungkook había visto, sus ojitos perdiéndose en finas líneas era de lo más tierno.

—¿Sabes una cosa? —Jimin negó—. Tienes la sonrisa más bonita que he visto en mi vida... y lo mejor de todo es que es para mí.

—¿Por qué dices esas cosas tan cursis? —se burla Jimin.

—¿No te gusta? Estoy tratando de ser lindo contigo en este momento y tú lo arruinas... —comienza a dejarle pequeños besos por todo su rostro mientras Jimin intenta escapar pero es inútil, ya que Jungkook lo tiene acorralado bajo su cuerpo.

—¡Basta , basta, por favor! —Jungkook por fin se detiene y saliendo con cuidado de su interior se recuesta a su lado—. Necesitamos una ducha y tú tienes que ir a trabajar.

—Estoy de acuerdo contigo en lo de la ducha, pero no en lo de ir a trabajar. —Jimin sale de la cama llevándose consigo la sábana y voltea a verlo con cara de no entender—. No iré a trabajar hoy —le explica—. Me quedaré contigo.

—No tienes que quedarte, estaré bien. —ver a Jungkook así sobre la cama totalmente desnudo, con sus manos detrás de la cabeza mostrando su cuerpo sin ningún pudor; hace que se sonroje y mirándose lo patético que se ve él envuelto en esa tela, luego del momento que acaban de compartir, simplemente la deja caer y hace ademán de seguir su camino.

—¿Eso lo tomo como una invitación? —le pregunta Jungkook con cara de pícaro.

—Tómalo como quieras... —menciona Jimin frunciendo sus hombros—. ¿Vienes o te vas?

Jungkook sale disparado de la cama y en un segundo lo tiene sobre él.

—Obviamente me quedo. —susurra entonces él—. Llamaré a Yoongi para decirle y estaré contigo en un segundo cariño.

—Ok... —la vida de Jimin había cambiado.

Se sentía feliz porque al fin tenía a alguien que se preocupara por él y por todos los miedos e inseguridades que acarreaba. Jungkook comenzaba de a poco a leerlo y aquella mañana cuando lo había encontrado con la mirada perdida hacia algún lado comprendió muchas cosas. Entre ellas que estaba profundamente enamorado de aquel chico que tanto había despreciado un tiempo atrás y que haría lo que fuera por mantenerlo a salvo.

Hola mis niñas!!!

Lindo Martes para todas!!!

Más tarde subo otra actuación, así que nos decimos hasta luego!

Mery 💋