Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Situación delicada

Narra Jungkook...

Ha firmado los papeles...
Lo ha hecho.
Aún no puedo creerlo, pero es real.

—Quiero... quiero verla. —le digo al doctor Kim, aún sorprendido por la noticia que acaba de darme.

En realidad no sé para qué...
Quizás para agradecerle.
Agradecerle por una vez en la vida tener un poco de piedad con su hijo. Porque le está dando la remota posibilidad de que salga de esta.
¿Qué es lo que pienso?
Obvio que saldrá de ésta.
Saldremos de este hospital juntos, y volveremos a estar felices como hace apenas unas cuantas horas atrás.

—Señor Jeon... —lo miro, aún perdido en mí pensamiento—. La señora Park nos ha pedido absoluta discreción. No quiere ver a nadie. —veo que toma un papel de su escritorio y lo tiende hacia mí.

—¿Qué es esto? —lo agarro con mis manos temblorosas.

—Le ha dejado una nota... —se pone de pie abrochando su bata—. Le daré unos minutos para que lo lea y cuando termine lo estaré esperando afuera.—menciona—. Sé que no es el momento indicado, pero como sucede en estos casos la policía ha llegado y quieren hacerle algunas preguntas.

Asiento.
Ya se habían tardado demasiado.
Muy en el fondo lo esperaba.
Escucho la puerta cerrarse tras de mi y a continuación me dispongo a leer la nota.

Jungkook...
Sé muy bien que nunca cumplí con el rol de madre, por lo tanto esto es lo mínimo que puedo hacer por él.

Jimin siempre fue un buen niño, pero yo hundida en un pasado que todavía hoy me agobia nunca supe verlo ni mucho menos valorarlo.
Su amor nunca derribó las barreras que se forjaron en mí corazón, nunca dejé que tocara mi alma con esa ternura que desbordaba siendo tan pequeño.
Aún recuerdo como se iluminaba su mirada cada vez que yo intentaba acercarme a él, siendo en vano cada uno de ellos. Nunca pude amarlo y protegerlo como una madre hace con su hijo.
Todo esto es en parte mí culpa. Solo mía.

Lo siento, realmente lo siento.
Sé muy bien que es algo tarde para pedir perdón.
Sinceramente espero que todo salga bien y que puedan ser felices juntos.
No pretendo que me perdone, pero en el fondo juro que lo espero.

Palabras...

Frías palabras escritas sobre un papel que no me causaban nada. Solo una sensación me invadía en ese momento, y eran las infinitas ganas de abrazarlo y asegurarme que el amor de mí vida estuviera bien.
Pero eso no dependía de mí.

Estrujé con fuerza aquellas líneas entre mis manos y acto seguido arrojé el trozo de papel en el cesto de la basura frente a mí.

Jimin nunca lo leería.
Jamás...

Respiré hondo y salí de esa habitación para enfrentar lo que me esperaba fuera.
Me sentía perdido,.
Todo esto era una puta pesadilla de la que no podía escapar.
Solo necesitaba que Jimin me tomara de la mano y tirara de mí para sacarme de toda esta mierda.

Cerré mis ojos y respiré por un breve momento.
Una cálida mano me sacó de mí transe y automáticamente los abrí nuevamente.

—Señor Jeon —una de las enfermeras se acercó a mí. Su mirada demuestra tanta compasión que temo que de su boca salga la peor noticia que puedan darme—. ¿Se encuentra bien?

—Si, gracias. —miento, y lo peor que trato de creerme mí propia mentira—. ¿Hay alguna novedad?

—El doctor Kim está terminando de hablar con los oficiales y ya empezamos a organizar todo para la cirugía. —mencionó amablemente—. Todo va a salir bien, quédese tranquilo.