Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Mi vida en ruinas

Narra Jimin

El silencio siempre había sido mi compañero, estaba acostumbrado a escuchar sólo mis pensamientos.
Pero este silencio era incómodo...

Había sido un día maravilloso, Dios sabe que sí.
En un par de días sería la graduación y había quedado primero con el mejor promedio, por lo tanto ese día me entregarían un reconocimiento por mí desempeño a lo largo de mi paso por la preparatoria. Me habían otorgado tres lugares en primera fila para mis padres y mi flamante marido.
El tema es que seguramente esos asientos estarían vacíos.

Mi sólo salía perfecto, y además me habían elegido para reemplazar al bailarín principal tras su lesión en uno de sus ensayos.

Sería el protagonista del número principal junto al profesor Lee.
Todo lo que siempre quise en la palma de mí mano...

Llegué a casa con la ilusión de que mi vida al fin comenzaba a cambiar, pero ésta se rompió como un frágil cristal, en mil pedazos, tras unas simples palabras.
Unos minutos fueron los que bastaron para destruir mis falsas esperanzas.

Me preguntaba porqué...
¿Qué había hecho mal?
No lo sé, no encontraba respuesta.

La noche anterior me había entregado a él...
Había despertado en sus brazos decidido a darme una oportunidad en ese campo desconocido llamado amor, me sentí por primera vez querido de una manera diferente, creí que alguien al fin podría amarme, pero me equivoqué, y me recordé a mi mismo que las personas mienten. Hacen eso todo el tiempo, para conseguir sus propósitos, para disfrazar la verdad. Así lo habían hecho mis padres y duele...
Me duele.

Mi mente va perdida en algún punto de la ciudad mientras él conduce en el más remoto silencio...
Se detiene unos minutos en un local reconocido de indumentaria y luego de unos minutos regresa con un sobre en sus manos que, por el pequeño moño que lleva, deduzco debe ser el regalo para el cumpleañero.

Llegamos al club diez minutos más tarde y luego de encontrar un lugar donde aparcar se baja con prisa para correr hacia mi lado, pero yo soy más rápido y me bajo antes de que él me abra la puerta. No quiero su gentileza ahora.

Inútil es mi intento por evadirlo porque se las ingenia para acorralar mi cuerpo entre el suyo y el auto.

-¿No me dirás nada? Ya te pedí perdón. ¿Qué más quieres que haga? -odio su actitud y mucho más su cercanía porque soy débil.

Muero por creerle que está arrepentido y dejar que él haga de mí lo que quiera. Pero a mí mente llega la mirada fría que me dedicó hoy, igual de vacía que la de ahora.
Sus ojos no me transmiten nada. Ni su arrepentimiento, ni nada.

-¿Sabes una cosa? No te entiendo. Tu decías odiarme, recuerdas? -me mira con cara de no captar verdaderamente lo que pasa-. Luego me atraes a ti, me endulzas los oídos con palabras bonitas, después me desprecias y al rato me quieres de vuelta -suelto el aire que tengo atorado en mí garganta-. Y ya no te entien...

-Lo sé, sé perfectamente que estuve mal... -me interrumpe y a la vez trata de convencerme con sus caricias pero no es el momento, así que escapo de su tacto-. He tenido un día difícil Jimin, tienes que entenderme.

-He tenido la vida difícil, y no por eso me desquito con la primera persona que se me cruza por delante.

-Tienes razón... Lo siento, no me cansaré de pedirte perdón. -lo miro a los ojos y sé que con él jamás tendré ese final feliz, sólo espero poder ser fuerte para soportar lo que queda-. No quiero que la pasemos mal, no esta noche. Mañana tengo...

-No te preocupes... -lo interrumpo yo ahora. Basta de excusas-. Cómo ya te lo he dicho antes, sé muy bien cual es mi papel.

-Ok. No discutamos más Jimin. -pone la alarma de su coche y pasa su brazo por mis hombros para volver a jugar con la apariencia típica de pareja perfecta.