Inseguridad...

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Narra Jungkook

El tiempo pasaba volando...
En realidad, no sé si solo me pasaba a mí, pero los días últimamente se me escurrían como agua entre los dedos.

Agradecía el hecho de que hoy fuera domingo y si bien el día de mañana tenía programado un viaje para cerrar un importante negocio en el exterior, hoy me había propuesto que  disfrutaría de mi día libre.

Había organizado todo minuciosamente. Iríamos a almorzar con mis padres, luego pasaríamos por la casa para ver como iban todas las remodelaciones del lugar que se convertiría muy pronto en nuestro hogar y luego, cómo broche de oro, nos juntaríamos con los chicos en el restaurante del padre de Namjoon.
Hace rato que no los veía y en verdad los echaba de menos.

Pero había algo más importante que todo eso...

Mi Jimin en dos días entraría en la semana número dieciocho.
Irónicamente ahí es cuando el tiempo parecía ir lento y a veces hasta detenerse. En realidad el problema era que yo estaba demasiado ansioso por conocer a mi pequeña princesa.
Mientras tanto, volviendo a hablar de Jimin, disfrutaba de todos sus cambios, tanto físicos como los referentes a su personalidad.
¡Y vaya si los había!

Ahora no dormía tanto como hace un tiempo atrás y hasta estaba más exigente. Sobre todo en algunos aspectos íntimos de nuestra relación; por ejemplo: el sexo.

Él parecía estar insaciable. Incluso un día me preocupé un poco, más bien diría bastante, llegando a pensar que ya no lo satisfacía cómo antes. Se mostraba más dominante a la hora de hacernos el amor. Con mencionar que una mañana, sin poder anticipar su repentina acción, clavó sus dientes en mi cuello dejándome una terrible marca que estuvo allí adornando mí cuello por días...

Entonces me preocupé y  recurrí de nuevo a Google para comprender qué es lo que le estaba ocurriendo, y no conforme con la palabra "NORMAL" otra vez ante mis ojos, fui a hablar directamente con su obstetra. ¡Sí! La misma que gozó aquel día al decirme que mi bebé, "mí niño" en realidad era una niña...
Ella no me cae bien, pero me resigno a aceptarla porque Jimin, literalmente, la adora.

En conclusión, me dijo lo mismo que el bendito buscador: Que es algo normal que el apetito sexual aumente durante el segundo trimestre del embarazo. Algunas veces disminuye otras veces aumenta y, a mí por suerte, me tocó lo bueno. Pero lo que no me agradaba era la idea de que mi chico se convirtiera en uno de esos vampiros sacados de las series que miraba por las noches últimamente.

...

Y aquí estábamos...

—¿Puedes dejar de mirarme ya? —también estaba más perceptivo, olvidé mencionarlo.

¿Cómo lo sabe? Si ni siquiera ha abierto los ojos...

—¿Por qué? Me gusta hacerlo cariño... —me acurruqué más contra su cuerpo buscando su calor al saber que ya estaba despierto.

—No me dejas dormir y me pone nervioso tener tu mirada encima mio constantemente. —se queja—. ¡Es domingo Jeon por si no te enteraste!

—¿Ahora también te molesta que te observe? —acomodo su cabello que hoy parece estar tan rebelde como él—. ¿Sabes siquiera el por qué me gusta hacerlo?

—No, no lo sé... —menciona mientras sigue sin querer abrir sus pequeños ojos.

—Porque me das mucha paz... —al final parece que logro hacerlo sonreír y luego de un momento, se inclina y esconde su rostro en la curvatura de mi cuello.

Para ser sincero, me alegraba aún tener ese poder sobre él...

—Últimamente estás muy meloso Kookie... —solo quiero hacerlo feliz, es por lo único que me preocupo estos días.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora