Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Eres mío

Narra Jungkook

La noche pasa demasiado rápido para mí gusto. O será que hace mucho tiempo no dormía tan bien.

Otro día llega y despierto un rato antes de que suene la alarma de mi celular.
Mis ojos recorren una y otra vez esta habitación, en la que viví tantos momentos en el pasado. La que guarda la etapa más maravillosa de mí vida. Pero no importa cuanto lo intente evitar, porque cuando menos me lo espero me encuentro observándolo. Perdido en la tranquilidad de su semblante al dormir.
Creo que podría hacer esto todos los días.
Podría acostumbrarme fácilmente a tener su cuerpo pegado al mío cada noche, en definitiva, se siente bien.

Entonces vuelvo a preguntarme:
¿Qué es lo que me tiene tan hechizado?

Está profundamente dormido, ajeno a todo lo que pasa por mí cabeza en estos momentos, con su cabeza apoyada en mi brazo y su pelo cae alborotado hacia un lado. Él es hermoso.
Miro sus labios entreabiertos, que se han vuelto mi perdición y parece que me piden que los bese. Pero no...
Simplemente soy yo que no puedo controlar mis impulsos. Nunca fui bueno para eso. Por tanto me pongo en acción...

Lo acomodo despacio sobre la almohada y sin dudarlo me subo sobre su cuerpo desnudo suavemente, apoyando mis codos para no aplastarlo.

Me gusta sentir nuestras pieles desnudas acariciarse... Ese es otro ítem para agregar a la lista de mis cosas preferidas.

Él comienza a removerse. Observo cada mueca que hace al despertar y sonrío como un tonto cuando sus pequeños ojos se abren al nuevo día.

Y aquí viene la segunda pregunta del día...
    ¿Me estoy enamorando de él...?

—Hola... —me dice despacito. —Buen día.

—Deja de atormentarme. —le pido mientras acaricio con mi nariz su rostro—.  Eres lindo cuando duermes, incluso cuando acabas de despertar. —solo se ríe y acaricia mis brazos como primera reacción.

—¿Estuviste espiándome mientras lo hacía? —pregunta mordiéndose su labio para evitar reírse por la situación.

-—Creo que fui atrapado...  —le doy un pequeño beso y me quedo con ganas de más—. Buenos días. —susurro al finalizarlo—. Debo hablar con mi madre. Quédate un rato más en la cama si quieres en lo que vuelvo.

—¿Ya te vas? —me pregunta desilusionado mientras salgo de la cama.

—Tenemos que regresar al departamento. Tú tienes clases y yo debo ir a la empresa. No puedo faltar hoy, tengo una reunión importante. —le cuento mientras busco mi ropa que está regada por el suelo de la habitación.

Cuando me incorporo y lo miro, noto que evita mirarme y seguidamente esconde su cara bajo las mantas mientras comienzo a vestirme.
Se me escapa una carcajada cuando entiendo que lo avergüenza verme así, desnudo.

—Ya estoy vestido, puedes mirar. —le aviso aún riéndome.

—No te rías... —se hace el ofendido por mí burla.

—Deberás acostumbrarte a verme así, porque amo dormir desnudo.  —le dejo un beso en la frente y salgo de mi habitación para hacer lo que tenía previsto. Enfrentar a mí madre.

Llego a la cocina y no los encuentro. Por lo tanto tomo una manzana de arriba de la encimera y me dirijo hacia el despacho de mi padre.

Al llegar abro la puerta y los veo a ambos concentrados en unos papeles.

—Buenos días...—saludo a ambos y cierro la puerta tras de mí.

—Buen día... —responde mi padre.