Mi pequeño travieso

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Narra Jungkook

Estoy atónito...

No puedo creer que Jisso esté aquí, en Corea, y mucho menos me creía que acababa de salir por esa puerta, luego de regalarme uno de sus típicos números cargados de drama.

No debo pensar mucho para darme cuenta quién diablos le ha dado mi dirección y en este instante me va a oír.

Tomo mi celular para llamar a Jackson y veo un par de llamadas perdidas de Jimin

—Demonios... —le marco de igual modo a Jackson mientras rebusco mi chaqueta en el vestidor para salir en busca de Jimin.

—¡Es realmente un milagro amigo!  —¿me está tomando el pelo?

—Voy a matarte Wang... No estoy para bromas. ¿En qué rayos pensabas al darle mi dirección a Jisso?

Euu... Alto ahí amigo. ¿De qué hablas? —no es buen momento para jugar, sabe que tengo cero paciencia.

—No me tomes el pelo Jackson, sabes bien de lo que hablo. Jisso acaba de salir de mi departamento... ¿Adivina quién le ha dado mi dirección?

Si insinúas que he sido yo pues déjame decirte que estás equivocado hermano... —claro que no estoy equivocado.

Ella no tiene tanta confianza con ninguno de los otros chicos como para obtener esa información.

—¡Es tu prima Wang! Entonces dime de dónde lo va a saber si no es por ti. —grito, él bufa descontento, y por un momento comienzo a dudar de si me está diciendo la verdad.

Jeon... Ni siquiera sabía que Jisso estaba en el país. —me cuenta—. Te digo la verdad, tómalo o déjalo.

Si no le ha dicho él... ¿Entonces quién fue?

—Espero sea verdad Wang, porque sino patearé tu trasero con gusto... —él ríe despreocupado, como siempre, esa es su naturaleza.

Sería un lujo... Aunque me gustaría más ser azotado por el gran Jeon Jungkook... —estoy en problemas, lo sé, la presencia de ella aquí solo me complicará las cosas.

—Bien, debo dejarte, cualquier cosa que sepas de la loca de tu prima házmelo saber, de acuerdo?

Ok... Cuenta con eso. Nos vemos.  —corto la llamada y corro hacia abajo para salir en busca de Jimin pero al llegar a la puerta me detengo y veo a un costado su mochila...

Él está aquí, y por minutos esto no se transformó en un verdadero lío.

Voy hacia la sala y no lo veo, lo busco en la cocina tampoco. Me asomo al lavadero y es entonces que el sonido de la ducha en el baño de servicio confirma su presencia.
Me escabullo en su interior y veo su ropa húmeda regada por el suelo. La figura de su cuerpo a través del cristal empañado llena mis ojos, pero mi burbuja se rompe cuando abre la puerta de vidrio y grita por la sorpresa...

—¡Dios mío Jungkook! ¿Acaso quieres matarme del susto? —me reclama tapándose con sus manos.

—¿Por qué te tapas? Ya he visto todo eso cariño... —le digo sonriendo mientras tomo una toalla y lo envuelvo en ella.

—Es que me sorprendiste, eso es todo. —le doy un pequeño beso y lo saco de adentro de la ducha.

Me importa poco mojarme.

—No te oí llegar... —beso la comisura de sus labios, sigo por su mejilla y le dejo un mordisquito en su barbilla entre risas.

—Es que cuando llegué te escuché hablar por teléfono y no quise interrumpir. —¡carajo!

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora