Solo para nosotros...

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Un mes después...

Narra Jimin

Era tarde...
Pero podía percibir su presencia...

No recuerdo exactamente la hora en que me quedé dormido en el cómodo sillón de la sala.
Luego de darme una ducha ligera y de que Tae se asegurara que comiera todo lo que él preparó para cenar y que al fin se fuera a casa junto a Hoseok, la tranquilidad que habitaba en el departamento logró envolverme de tal manera que terminé por entregarme a los brazos de morfeo.

Solo recuerdo haber abierto los ojos por un instante y haber visto asomar ante ellos su hermoso rostro.

Él me sonrió y también sonreí...

Sentí que me cargaba en sus fuertes brazos y que a continuación caminaba hacia algún lugar de la casa conmigo a cuestas. Reconocí su aroma, ese mismo que me llenaba de calidez, que me hacía saber que él ya estaba aquí y el cual me transportaba hacia una especie de nebulosa en la cual me sentía reconfortado, seguro.
Me acurruqué más contra su pecho disfrutando de su cercanía, hasta que el viaje terminó y me dejó en lo que reconocí pocos segundos después como nuestra cama.
No quería separarme de él, lo había extrañado horrores estos días, por lo que me aferré a su camisa impidiendo que me dejara otra vez solo.

—Vuelvo enseguida cariño... —susurró mientras acariciaba mí mejilla y acto seguido sus tibios labios besaron mi frente.

Y se alejó...
El frío nuevamente invadió mi cuerpo.
Volví a caer en la espiral de mi sueño. Estaba cansado.
Últimamente no tenía energía para nada, lo único que se me daba bien era comer y dormir.

Ni sé cuánto tiempo tardó en volver a la cama.
Volví a abrir mis ojos perezosamente cuando el colchón se hundió a mi lado y le sonreí para que supiera que estaba feliz de tenerlo de nuevo conmigo.
Fue entonces cuando sentí sus manos vagar sobre mi cuerpo, sabía lo que haría justo ahora.

Inició su rutina quitando mi pantalón.
Lo arrastró lentamente a través de mis piernas con cuidado para no romper con la paz que tenía en ese momento y luego le siguió mi camisa. Uno a uno fue desprendiendo con delicadeza cada botón, me levantó un poco para deslizarla por mis brazos y volvió a recostarme para finalmente deshacerse de mi ropa interior.
Él siempre me decía lo mismo, "La ropa es una barrera entre los dos, no tiene que haber nada que nos separe" y que además debía dormir solo vistiendo mi piel, tal como lo hacía él.
Justo después de quitar mi última prenda se acomodó sobre mi cuerpo y atrapó delicadamente mis labios en un  suave y dulce beso, al cual correspondí como pude.
Quería despertar, juro que hacía un esfuerzo terrible por lograrlo pero no podía, mis ojos parecían pesar una tonelada haciendo imposible la tarea.
Su mano derecha fue a parar sobre mi vientre y mientras me deleitaba en su boca también disfrutaba de las tiernas caricias que dibujaba con su pulgar.

Hasta que se separó de mi y me dejó sin el consuelo de sus besos... Esos besos que tanto había anhelado.
Me sentí abandonado.

—Te amo mi niño... —dijo sobre mi oreja, haciéndome cosquillas.

Volví a sonreír.
Él era mí virus de la felicidad...

Se acostó de lado y me atrajo hacia él guardándome entre su cuerpo y clavando su nariz entre mi oscuro cabello para aspirar algo de su perfume. Kookie era muy sensible ante los aromas y esa simple acción siempre parecía tranquilizarlo, como a mí sentir su mano sobre mi vientre.
Finalmente me volví a perder en mi mundo de ensueño, pero con la tranquilidad de saber que esta vez estaba en el lugar y con la persona indicada.

Finalmente me volví a perder en mi mundo de ensueño, pero con la tranquilidad de saber que esta vez estaba en el lugar y con la persona indicada

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Contrato de amor •|Kookmin AU|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora