Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Un gran error

Narra Jimin

Descompuesto; roto; destrozado; quebrado; arruinado... eran todos sinónimos de como me sentía en estos momentos, literalmente estaba hecho pedazos.

Pese a que intenté por todos los medios buscarlo otra vez y soltarle de una vez por todas la verdad de lo que había visto, no había caso, él simplemente me prohibió la entrada al edificio, en la empresa y al parecer también me bloqueó en su teléfono porque las veces que intenté llamarlo y enviarle mensajes nunca pude.
Él sencillamente no me escuchó y yo ya no tenía fuerzas para suplicar, tampoco tenía ganas de seguir haciendo el papel de estúpido cuando en realidad no había hecho nada malo...
Aún me quedaba un poco de dignidad.

Hacía exactamente cuatro días que me refugiaba en casa de Taehyung, sabía que mucho más tiempo no me podía quedar aquí, pues su madre comenzaba a hacer preguntas y, en el fondo tenía razón, la pobre no entendía qué hacía yo dando vueltas aquí aunque creo que por mi estado ella ya lo deducía y prefería callar; yo era en pocas palabras un vegetal, no hacía nada y me la pasaba acostado pese a los intentos de Tae y Hoseok por sacarme de esta habitación.
Hobi no hablaba de Jungkook, no decía una palabra al respecto y sé que no era tarea fácil para él, sea como sea es su amigo y obviamente por naturalidad está de su lado, lo sé por la forma en la que me mira, parece estudiarme en cada momento que comparto con ellos, y me quita la mirada de encima cuando se enfrenta con la mía.
Seguía atormentándome en la oscuridad de estas cuatro paredes cuando de repente mi estómago se contrajo y tuve que correr a toda prisa al baño para acabar devolviendo lo poco que había ingerido en la mañana cuando mi amigo me obligó a comer.

—¿Otra vez haz vomitado?... —cabe destacar que Taehyung no sabía nada, me odiaba por ocultarle una cosa así, pero aún no sabía que iba a pasar conmigo y no quería sumarle otra preocupación.

—Tranquilo, estoy bien, no... —las náuseas eran cada vez más frecuentes, sobre todo por las mañanas...

—Sí, ya veo lo bien que estás... —su mano acariciando mi cabello mientras mi estómago trataba de sacar la nada misma, era mi consuelo—. Dios, Jimin no puedes seguir así cielo.

Me levanté con su ayuda y fui directo a enjuagar mi boca al lavado...

—Ya pasará, seguramente he comido algo que estaba malo en el viaje, tú sabes yo nunca como demás y allí he comido de todo... —quise intentar sonar seguro pero fue en vano.

—¿Quieres saber lo que pienso? —hace días quiere decirlo.

—No empieces con tus cosas que no estoy de ánimo para escuchar tus historias...

—Pues lo siento pero yo no puedo vivir con esta intriga... —me quedo con la boca abierta cuando lo veo sacar del bolsillo de su pantalón una pequeña cajita—. Toma, lo haremos juntos, como siempre hemos hecho en todo.

—¿Qué? ¿Qué es eso?... —soy un pésimo actor.

—Tú sabes bien que yo sé que tú sabes lo que es... ¡Ya déjate de hacerte el disimulado ante la realidad! ¡Dios Jimin! Tú lo que tienes es que estás embarazo... Casi lo podría afirmar.

—No lo haré... —le retiro la mano con la que me extienden la prueba de embarazo.

—¡Oh si lo harás! Merezco saberlo...

—¿Por qué quieres saberlo?

—Pues para saber si ir a partirle la cara a Jeon o no...

—Por Dios Taehyung, ya cállate...

— Me callo pero tú hazte esto... —miro la caja suspendida ante mis ojos y luego de unos segundos se la arrebato de la mano.

—No lo haré... —abro el cesto de la basura y lo arrojo dentro sin pensarlo dos veces.