¡NO SOY ÉL! [JUNGHOPE]

En medio de la nada

Hoseok estaba temblando durante todo el camino que el taxi hizo. Estaba nervioso, desesperado, ansioso y con muchos pensamientos de lo que iba a pasar cuando llegara donde Jungkook.

Sí, lo había mandado al carajo siendo muy realista, pero era claro que no iba a poder negarse, estaba muy metido de cabeza en eso y Jungkook era el único culpable de aquello. Si no fuera por su cara hermosa, su cuerpo firme y musculoso, sus dulces palabras y su manera de seducirlo no estaría para nada interesado en él.

-Es demasiado caliente y me quemó el cerebro- Hoseok susurra aquello en bajo recordando lo que le había hecho Jungkook.

-Hemos llegado, señor- Hoseok se sorprende ante ello, pero enseguida le paga al taxista y se baja. Tuvo un poco de miedo cuando miró a su alrededor. Estaban lejos de la ciudad y estaba rodeado por mucha naturaleza. El asfalto llegaba solo hasta donde está parado y no se podía continuar ya que una gran montana se alzaba frente a él.

Le envió un mensaje a Jungkook diciéndole que ya había llegado al punto de encuentro y a los segundos recibió una respuesta para que esperara allí unos minutos. Por suerte estaba abrigado y muy cubierto.

-Aquí no parece haber nadie. ¿Por qué me dijo que viniera muy cubierto?- pasaron cinco minutos y recibió una llamada. Era de Taehyung.

-¿Dónde estás? Tus mensajes no me calmaron para nada- Hoseok se sintió culpable por ello, pero no le iba a decir la verdad.

-Estoy con un amigo de la universidad. Me llamó para pedirme ayuda y ahora estoy llegando al punto de encuentro. Todo está bien. Te llamaré cuando esté de regreso en casa.

-Por favor. No hagas ninguna locura. Ya perteneces a la empresa.

-No te preocupes. Seré un niño bueno como siempre. Te llamo luego, mi amigo ya llegó- Taehyung se despide luego de advertirle una vez más y Hoseok empieza a mirar a su alrededor. Estaba oscureciendo ya que el viaje no fue corto y el tiempo pasó muy rápido. Estaba teniendo un poco de frío.

-Hoseok- se dio la vuelta enseguida y vio a Jungkook cubierto con una gabardina negra y un gorro de lana salir de los árboles. –Me alegra verte. Vamos a mi casa.

Hoseok solo pudo asentir y los dos empezaron a caminar en silencio hasta que el menor no pudo contenerse más. -¿Por qué me querías ver?

-Para hablar de algo. Espera a que lleguemos a mi casa. Son unos quince minutos de camino.

-¿Por qué vives por este lugar muy solitario?- a Hoseok le pareció muy bonito el sendero estrecho por el que caminaban ambos. Parecía que mientras más caminaban, más se iban adentrando al bosque. -¿Vas a matarme?

A Hoseok no le pareció ridícula aquella idea. Solo hasta ahora se dio cuenta de las posibilidades que había en ello. Escuchó a Jeon reír y se maravilló un poco ante ello. –Claro que no voy a matarte. Por aquí está construida mi casa. Nadie sabe que esto está a mi nombre, ni siquiera los de la empresa.

-¿En serio?- Hoseok lucía muy sorprendido y miró a Jeon.

-Así es. Ellos deben pensar que ahora estoy descansando en mi departamento para viajar mañana por la noche para así comenzar con mi gira. Esta casa solo ha sido vista por mí y claramente por quienes la construyeron. Es mi lugar secreto para cuando necesito huir de todo el mundo.

-¿Por qué me trajiste entonces?- Hoseok se detuvo y Jeon se giró para verlo.

-No lo sé. ¿Porque quería algo de paz y tranquilidad contigo?- siguió caminando como si nada y Hoseok agradeció estar cubierto para que no notara sus mejillas rojas.