Noche alocada

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Cuando llegaron a la casa Jungkook lo llevó directamente a su cuarto sin darle tiempo a hacer otra cosa. Cerró la puerta y lanzó la mochila al suelo para liberarse de todo lo que le incomodaba. Hoseok le iba a reclamar sobre el haber botado su mochila sin cuidado cuando lo llevó hasta la cama y lo empujó para que cayera sobre el suave colchón.

-¿Tan rápido?- dice Hoseok con una sonrisa pero empezó a sacarse la ropa cuando vio a Jungkook hacer lo mismo.

-Ha sido demasiado tiempo. Quiero hacerte el amor- Jungkook estaba ansiando desde hace mucho tener a Hoseok sobre su cama totalmente desnudo. Desde que se fue a la gira no había hecho absolutamente nada, bueno, se había masturbado un par de veces pensando en Hoseok pero no era lo mismo que sentir el calor de la otra persona en su cuerpo.

-Soy todo tuyo- Jungkook sonríe y se sube a la cama con solo su bóxer puesto. Lleva sus manos a la pretina del pantalón de Hoseok y se lo saca junto con su ropa interior. Por fin volvía a verlo de una manera tan íntima.

No esperó más y sus manos fueron a parar a los lados de la cabeza de Hoseok, una sonrisa pícara se instaló en su rostro y su boca fue a parar al pezón izquierdo. Lo chupó, lamió y mordió suavemente mientras el menor se retorcía y dejaba salir sus gemidos.

Su boca se movió al otro pezón e hizo lo mismo que en el anterior, pero su mano se deslizó hacia su pene ya húmedo de sus fluidos. Empezó por masajearlo suavemente y Hoseok se arqueó ahogando un gemido. -Kookie~.

El mayor se deslizó lentamente dejando besos y mordidas sobre su vientre tembloroso. Amaba poner a Hoseok tan fuera de sí, cuando lo tenía de esta manera podía ver a alguien totalmente nuevo, no era el mismo hombre arisco que estaba siempre a la defensiva. Ahora era totalmente una masita temblorosa necesitada de atención y cariño.

Jungkook se alejó de su suave y ya rojiza piel para ir a su mesita de noche y tomar varios condones y lubricante. Hoseok seguía acostado tratando de calmar su agitada respiración, ahora podía confirmar que lo que hacía con Jungkook no tendría comparación alguna con nada de lo que sucedió con alguien más.

Lo que él le hacía sentir con la más mínima acción era de un nivel superior. Parecía que iba a derretirse con solo sentir su respiración caliente sobre su desnuda piel. Sabía que había una conexión entre ambos que lo volvía loco y lo llenaba de un deseo inexplicable.

Jungkook se puso de nuevo sobre él y abrió las piernas del menor antes de sacarse la única prenda que poseía en ese momento. Su pene erecto saltó fuera del bóxer y Hoseok tuvo la necesidad de lamerlo y chuparlo lentamente. Pero no pudo hacer nada de eso ya que Jungkook llevó sus dedos llenos de lubricante a su entrada.

Hundió dos de ellos de golpe haciendo gemir a Hoseok en alto mientras apretaba las sábanas fuerza. Sus dedos empezaron a moverse con rapidez y agilidad haciendo que el menor empezara a retorcerse mientras sus gemidos se hacían más fuertes.

-Eres tan sensual que si no tuviera un poco de control te follaría duro y sin compasión en cualquier lugar- Jungkook sacó sus dedos y giró a Hoseok sobre su estómago y levantó su trasero desnudo y goteante.

-Solo hazlo. Fóllame, por favor- Hoseok sabía que luego lo harían más lento, justo ahora quería sentirlo muy dentro de él.
Jungkook sonrió complacido y se puso un condón con rapidez. Se colocó detrás de su novio y hundió su pene lentamente en aquella húmeda y apretada entrada que pedía por él.

La respiración de Hoseok se cortó y apretó las sábanas mientras hundía su cara en la almohada y la mordía. El mayor se empujó con fuerza hasta que sus bolas chocaron contra las nalgas de Hoseok.

Ambos gimieron en alto y Jungkook tuvo que pensar en cosas tiernas para no correrse en ese momento. Estaba tan excitado y su cuerpo desacostumbrado al sexo con otra persona que parecía volver a su adolescencia donde era precoz. Pero bueno, después de muchos meses que no lo había hecho y ahora se sentía en la gloria.

-Mierda, olvidé todo lo que me provocabas- su voz sonaba gruesa y su respiración era agitada. Lentamente se deslizó fuera de Hoseok y se volvió a hundir con fuerza haciendo gemir a su novio contra la almohada de nuevo. -Saca tu cara de allí, haz todo el ruido que quieras, eso me calienta mucho más.

Hoseok hizo lo pedido y su cara estaba roja, húmeda y con una expresión de puro placer. Jungkook no pudo contenerse mucho más y empezó a embestirlo con fuerza mientras le decía cosas sucias y escuchaba los gemidos ir aumentando cada vez más. Ambos lo estaban disfrutando como nunca e iban a tener una larga noche donde dejarían a flote sus más íntimos sentimientos.



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¡NO SOY ÉL! [JUNGHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora