Estaba todo suavemente borroso, se escuchaba el sonido de unas cadenas chocando con frenetismo y unos fuertes gruñidos.
Cuando enfoqué bien mi vista todo lo que veía era mi pantalón que se le había quitado totalmente lo blanco. Ahora era de distintas tonalidades de marrón, negro, gris y algo de verde muy oscuro tirando a negro, comparable con un uniforme militar de camuflaje.
«Ah... me duele todo» me quejé mentalmente, levantando la cabeza suavemente.
Intenté llevar mis manos a mi cuello que dolía de estar tanto tiempo inclinado al frente, pero algo me lo impedía y, aunque no tenía mucha fuerza, lo que pasaba era que no podía moverme en lo absoluto; adicional a eso dolían mis muñecas, tobillos y brazos.
Cuando tomé conciencia totalmente y me di cuenta de las sogas gruesas y fuertes apretadas alrededor de mis extremidades que me aferraban con determinación a una pesada silla de metal sin apoyabrazos, caí en cuenta de todo lo que había pasado hasta el momento y, como consiguiente, del peligro de la situación.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué...? -cuestioné moviendome en un vano intento de escapar. Estaba alterado.
-Mejor ni lo intentes y quédate quieto -escuché a mí lado una voz familiar muy calmada.
Giré rápidamente para avistar al dueño de aquella voz y, aunque solo era un metro, sentí la necesidad de estar más cerca para terminar de convercerme ya que me era bastante difícil de creer; claro, eso no evitó que me calmara enormemente.
-¡Freddy! ¡Estas viva! -exclamé alegre mirándola de arriba a abajo como si aún no terminara de creer que era ella, y, al igual que yo, ella estaba atada a una silla pero con mád sogas que las que tenía sobre mí cuerpo-. ¡Winy y yo te estábamos buscando!
-Pues me encontraste, hurra -respondió con mala cara y sarcasmo.
-¿Qué con esa actitud tan mediocre? -cuestioné -. ¡Vinimos a rescatarte!
-Uy, sí, mis salvadores -habló arrastrando las palabras con pereza y molestia -. ¿Acaso ya me van a sacar de aquí en brazos tipo película? Bueno, supongo que no puedes porque estamos el las mismas, así que, por favor, la siguiente vez que se les dé por tener complejo de héroes hollywoodenses, asegurense de poder, ya sabes, ¡Salvar a la persona en cuestión!
-Oye, oye, ¿Cómo te atreves? Teníamos las mejores intenciones, vinimos hasta aquí de inmediato al ver tu S.O.S sin ningún tipo de aclaratoria o información de tu situación. ¡Winy dejó bien en claro que se tenía que explicar la situación! -le dije indignado.
-¡¿Y eso qué? Tenían que pensar un buen plan! -me gritó enojada.
-¡¿Cómo haces un plan basado en nada? Debiste aunque sea decir si había locos con complejo de psicópata de por medio! -grité enojado -. ¡Nosotros al menos hicimos el esfuerzo de buscarte!
-¡Ay, pues perdón por no informar con lujo de detalle mi pequeña emergencia, pero resulta que es difícil escribir un puto mensaje cuando te estan persiguiendo para secuestrarte y atarte sogas tan fuertes como la resistencia de las mutaciones bacterianas a los antibióticos -habló con sarcasmo.
-¿Qué? -cuestioné rápidamente -. ¿De dónde diablos sacas esas analogías tan raras? No, no, espera, eso no es lo importante ahora. ¿Dónde están Sara y-.
El ruido de las cadenas de hace un rato me hizo girar en la dirección contraria, a mí izquierda y a un metro más, estaba nada más y nada menos que Winy, encadenada del cuello para abajo con unas, valga las redundancia, enormes y gruesas cadenas de metal a una silla igual a la mía y a la de Freddy. La única diferencia notable no era el material de nuestras ataduras, ella también tenía una gran cantidad de cinta adhesiva grisácea sobre la boca rodeando su cabeza sin ninguna delicadeza, evitando que hablara.
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Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]
Novela Juvenil¿Qué tan tragicómica y rara puede ser la vida de un adolescente estadounidense de clase media? Pues mucho. ...