Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]

||34. Cita Con El Desastre, Parte 2: 15 Hijos, Un Hámster Y Esas Cosas Gays.||

—¿Aún eres un niño o qué? —preguntó Bethany un poco enojada cuando llegamos al lugar.

—Mi madre nunca me dejó venir aquí, esta es mi oportunidad —me justifique, era un poco estúpido pero mi vida era más estúpida.

[Eso es cierto.]

E innegable.

—Pase 20 minutos buscando estacionamiento, sólo para que vinieramos al Zero Gravity de un centro comercial, esto es para niños. No puedo hacer eso —se quejó.

—Claro que no, es hasta los 17 años. Y claro que puedes, sólo debes quitarte los zapatos —le dije, ella aún se negaba, no se veía feliz —. Vamos, por favor. Te prometo que te divertirás.

—¡Ash! Okey, pero solo para que dejes de poner esa cara de perrito triste —cedió finalmente.

—¡Sí! —la abracé rápidamente.

—Bien, por fin se decidieron —dijo el chico que atendía la recepción, habíamos estado discutiendo unos 30 minutos en total, y creo que lo cansamos.

Bethany terminó pagando por una hora nada más, pues seguía asegurando que era para niños y que era ridículo. A mí ya me daba igual con tal de entrar y probarlo.

Ya cuando estuvimos dentro, enfrente del montón de trampolines y varios niños de edades por encima de los 8 años, me sentía emocionado y nervioso al mismo tiempo.

—Acabemos con esto de una vez —dijo tomando mi mano y caminando hacia el enorme despliegue de trampolines que hacían de suelo, ya estando en medio de uno me soltó y me miró aún fastidiada —. ¿Ahora qué?

—Solo salta.

—¿Y ya? No le veo la gracia —tomé sus manos y ella me miró fijamente.

—Inténtalo —ella asintió y comenzamos a saltar.

—Oye, okey. No es tan malo.

—Y se puede poner mejor —la solté y comencé a ir de un trampolín a otro, ella me siguió. Al dar un salto di un giró y me caí, pero me volví a poner de pie casi inmediatamente por la acción y reacción del trampolín —. Okey, soy malo haciendo trucos, pero siempre quise hacer un mortal hacía atrás.

—Creo que yo puedo hacerlo —me dijo, posicionándose en otro trampolín —. Lo voy a hacer.

—Entonces, ¿lo has hecho antes?

—No. Jamás —dijo saltando con mas alto preparándose para saltar.

—¿Qué? Espera —dije dejando de saltar —. Sí no sabes es peligro hacerlo.

—¡Peligroso un demonio. Yo hago lo que quiero, Janer. Ya deberías saberlo! —exclamó y dió el salto y aunque no aterrizó con enorme gracia si lo hizo viva y sana —. ¿Ves? Fácil.

—Por Jesucristo. No vuelvas a hacer eso, casi me muero del susto —le dije yendo a donde estaba ella.

—Descuida, yo también casi me muero del susto. No lo vuelvo a hacer jamás —me dijo y ambos nos reímos.