||12. Las Disculpas Duelen, Pero Lo Valen.||

71 20 23
                                    

Pasaron los dos días de suspensión. Dos días en los que abundaron las raras y feas miradas sigilosas de mi madre, que te dicen sin palabras “aún estoy muy enojada”. Así que, de forma muy irónica, me alegró el tener que ir a la escuela. Pero aún no quería ver a Rosh.

Al llegar, lo primero que hice fué buscar a Winy por todos lados. Cómo un loco. No la había visto en todo el  día, aunque ella estaba en varias clases conmigo. Era cansado. Por suerte, tampoco me había encontrado con Rosh ni lo había visto. Eso era un problema menos, pero, al pensarlo un  poco, me asusté. Winy era capaz de muchas cosas.

Con esa mujer nunca se sabe.

Seguí buscandola sin éxito, y decidí desistir ante algo imposible. Ya a la hora del almuerzo me senté en una de las mesas de la cafetería a no comer nada, estaba de mal humor. No me gusta comer sólo, en especial cuando se me escapan posibles asesinos seriales.

—¡Así que aquí estas —chilló alguien detrás de mí, asustandome. Me giré y pude notar que Winy estaba algo cansada —. ¡Te llevo buscando casi 10 minutos!

—¿En serio? ¡Pues yo te llevo buscando tres horas y media! ¿¡Dónde carajo estabas!? —interrogué, enojado.

—¡Oye! hacer un plan que no sea complicado y llevarlo a cabo, cuesta mucho, ¿sabes? —reprochó molesta.

—Ah —emití —. ¿En serio lo hiciste? —pregunté, un poco sorprendido.

—Por supuesto, para el jefe lo que sea —dijo e hizo un saludo militar.

—Bien, ¿y qué estas estas esperando? dime de que se trata.

—Para que decirte, si puedo mostrarte —dijo con una sonrisa que no me gusto nada, después tomó mi mano y me obligó a seguirla.

⚪⚫◾◾◾🔸💠🔸◾◾◾⚫⚪

—Y he aquí el plan —dijo sumamente orgullosa.

—¿Tú plan es una puerta? —pregunté, desganado. Y en efecto estábamos, literalmente, en frente de la puerta del salón de español. Y Winy no paraba de sonreír.

Sigo creyendo que hay algo mal aquí.

[Definitivamente lo hay.]

—Algo así. Aunque nunca debes juzgar un libro por su portada —dijo con picardía, obviamente oculta algo.

—Entonces... ¿lo importante esta adentro?

—Janer, mírame —ordenó, tomándome de los hombros y obligándome a mirarla —. Quiero que escuches muy atentamente y en ningún momento dejes de mirarme —la mirada, me miraba con esa mirada amenazadora que nunca lleva a algo bueno. Ella planeaba algo raro y eso nunca fué bueno —. Se que me vas a odiar, pero entiende que esto es por tú bien. No actúes nervioso y por primera vez en tu vida párate firme y di lo que vallas a decir, con honestidad y sinceridad —dijo rápido, yo estaba más que confundido —. Suerte, y no mueras —no caí en cuenta cuando tomó sigilosamente la perilla, abrió la puerta y me empujó adentro del salón. Caí de boca al piso. Cerró la puerta inmediatamente y pude escuchar que le colocó llave por fuera, sabía que algo malo pasaba.

Si alguien me hubiera dado la oportunidad de librarme de esa situación, le hubiera dicho: “¡Hasta te pago si quieres!” Pero, supongo que sirvió.

Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora