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Rosh y yo habíamos hablado de todo lo que nos había pasado en los años que no nos habíamos visto. El me contó cosas que ya sabía, pero que no dije que sabía, como el que se mudo poco después de lo de la pelea y la adopción de Winy. Y claro, luego me contó cosas que ya sabía, pero por lo muy obvias que eran, me refiero al hecho de que Rosh se convirtió en el chico más popular de la escuela.
El muy maldito clásico cliché, esto ya parece novela... espera un momento...
También me contó otras cosas irrelevantes, pero sumamente interesantes, como el que había desarrollado una extraña fobia por los grillos después de un incidente con una muñeca Barbie (a las cuales también les tenía fobia), sabía que Winy tuvo algo que ver con eso. Y también que aprendió a maquillar como si fuera, y cito: Picasso. Creí que exageraba, era obvio que exageraba.
En cierto momento me dijo que no había venido los tres primeros días por unos problemas familiares, y por eso no me lo encontré. Me dijo que hubiera querido venir antes. Mientras hablábamos yo no podía dejar de pensar en que me estaba enamorando un poco más de él. Estaba avanzando, aunque fueran sólo 5 centímetros.
Cuando tocó ir a clases, el tiempo pareció poco. Supongo que es cierto que cuando estás entretenido el tiempo pasa más rápido. Ambos nos despedimos y fuimos a nuestros respectivos salones. Llegué al salón de los más normal y alegre, Winy estaba ahí, no me habló durante toda la clase, pero si sé que me miró todo el tiempo.
Por estar preocupada no presto atención a toda la clase, por eso reprobó el examen.
Cuando terminó la clase, y ya fuera del salón de clases, se me acercó con preocupación, me detuvo y me dijo:
—Janer, tú... estás muy calmado, ¿no estás molesto conmigo?
—Claro que no —dije, como si no tuviera importancia.
—¿En serio? —su rostro se iluminó como primavera.
—En serio. No estoy molesto... ¡sino super molesto! —grité cambiando mi expresión de inmediato a una de enojo. De su rostro se esfumó la alegría que sintió y cambio a una de miedo y culpa.
Sí... guarde mi ira hasta ese momento. El abrazo aún me tenía alegre.
—¡Al menos dame 5 segundos de ventaja! —pidió exasperada.
—¡1! ¡2! —Winy no perdió tiempo y salió corriendo — ¡3, 4, 5!—conté rápido y salí corriendo detrás de ella— ¡Winy, me las pagarás!
Y así, después de haberla perseguido por toda la escuela, que todos nos miraran raro, de descubrir que tiene más agilidad que una gimnasta olímpica, de casi morir porque mi condición física es el equivalente de dividir entre cero, de que Winy me cargará hasta la enfermería y morir de vergüenza por ello... decidí mejor hablar con ella, de una forma muy democrática, porque era lo correcto.
—¿Quieres más agua? —preguntó Winy.
—Sí, gracias —me extendió un botella, la tomé y comencé a beber. Estaba sentado en una de las camillas de la enfermería, era grande y tenía camillas con cortinas era como si fueran cubículos —. No puedo creer que me faltó el aire a tal punto que nececité que me trajeras aquí.
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Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]
Novela Juvenil¿Qué tan tragicómica y rara puede ser la vida de un adolescente estadounidense de clase media? Pues mucho. ...