Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]

||26. Se Le Llama Efecto Secundario.||

—Mmm... —parpadeé varías veces hasta que mis ojos se acostumbraron a la luz, pude distinguir que me encontraba en la habitación de Winy, específicamente en su cama —. ¿Qué pasó? —retiré la manta que me cubría y me senté para poder sobar un poco mi mejilla, aún dolía.

—Te quedaste dormido —contestó Winy quién estaba sentada en su escritorio tecleando algo en su computadora, para después parar y mirarme —. ¿Cómo te sientes?

—¿Físicamente? Una mierda. ¿Emocionalmente? Una mierda. En resumen...

—Una mierda —concluyó Winy, cerrando la computadora.

—Sí... perdón por hacer esto —me levanté de la cama.

—No tienes que disculparte, para eso son los amigos —se levantó también —. Ahora, ve a lavarte la cara. Te llevaré a tu casa.

—¿Qué hora es?

—las 7:00pm —abrí los ojos más de lo normal.

—¿¡Qué!? Oh, no. Mi madre va a matarme.

—Descuida, yo la llamé cuando te dormiste para decirle que te quedarías hasta más tarde. Ella dijo que no había problema —yo me acerque de inmediato abrazarla.

—Gracias, Winy.

—No hay de que. Ahora ve a lavarte, que pareces uno de los de The Walking Death —me señaló la puerta. En mis labios se formó una pequeña sonrisa.

—Esta bien —dije saliendo de la habitación.

Ya no me sentía tan mal, como antes.

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—¿Desde cuándo tienes permiso de conducir? —le pregunté a Winy mientras observaba los faroles que alumbraban la calle.

—¿Quién dijo que tengo? —la miré con los ojos más abiertos de lo normal —. No digas nada, soy experta en esto de conducir. Hasta podría ser uno de los de Rápidos Y Furiosos —me quedé callado mirándolo con una ceja levantada —. ¿Qué? No estoy mintiendo.

—A veces me pregunto por qué soy tu amigo.

—Porque te diste cuenta que aunque soy difícil de querer, lo vale.

—Entonces lo sabes, ¿no?

—Siempre lo he sabido, es una característica de mí. Saber lo difícil que soy.

—Sí... —Winy dobló en un esquina y yo observaba como poco a poco todo se volvía más oscuro. Se formó un silencio raro por unos segundos hasta que Winy decidió romperlo.

—Y... ¿qué harás?

—Mmm... —giré para verla —. ¿Hablas de Rosh?

—Sí... —dijo con incomodidad, pero era por mí, no por ella. Yo dejé escapar un pequeño suspiro —. Ah... ¡No tienes que contarme si no quieres!

—¿Por qué gritas?

—Perdón, no soy muy buena con situaciones amorosas. O sentimientos ajenos —yo ladié la cabeza —. Es irónico, pero bueno.