Marvin y yo acordamos encontrarnos en una pequeña cafetería que era el punto medio perfecto entre mi casa y su apartamento; sí, como si fuera tierra de nadie. Cuando llegué, noté que la tensión en el ambiente era palpable. Ambos éramos conscientes de que esta conversación no sería fácil, por eso ninguno tocó el tema de nuevo después de mi llamada telefónica hace apenas una hora y media. Marvin, sentado en el rincón de la mesa, parecía inquieto, mientras yo me acomodé en el asiento de enfrente, nervioso pero decidido. Quería comprender mejor mi propio pasado y el de Alexander, y no me iría sin respuestas.
Después de unos minutos de incómodo silencio y de que nos trajeran nuestros cafés, finalmente rompí el hielo, entendiendo que si no hablaba esto nunca llevaría a ningún lado.
—Marvin, primero que nada, gracias por haber aceptado venir. Sé que esto fue bastante repentino y, dadas las circunstancias, también extraño —hice una breve pausa, en la que Marvin solo asintió en respuesta—. Y... Ah... En segundo lugar, sé que acordamos todo por teléfono, pero te veo tan incómodo que me veo en la necesidad de preguntar, ¿Realmente estás bien hablando de esto?
Él me miró algo sorprendido por mi cautelosa pregunta, nunca me había salido tan delicada, normalmente me falta sensibilidad. Él frunció el ceño ante mis palabras con frusatracion y preoocionacion, para luego suspirar y unirse a la conversación.
—Janer... —Marvin empezó seriamente —. Perdón, sé que parece que no, pero estoy aquí para enfrentar lo que pasó en el pasado y hablar contigo. No es solo una cuestión de si quiero o no; es algo que necesito hacer —miró la mesa con angustia—. Lo que hicimos, tanto yo como los demás, a ti y a Rosh, fue injusto y doloroso. Me arrepiento profundamente de mis acciones y entiendo que mereces respuestas. Dártelas es lo mínimo que puedo hacer. Es solo que... el pasado todavía me incomoda, no es fácil para mí. El arrepentimiento y la vergüenza siguen presentes, pero eso no importa. Realmente quiero empezar a solucionar las cosas, como debí haberlo hecho antes. De verdad te pido perdón de nuevo por todo lo que hice y no te preocupes, estoy a tu disposición.
Respiré profundamente y asentí con gratitud, reconociendo su valentía al estar allí. Sí, nada de lo que diga cambiará el pasado o el hecho de que él esté sentado frente a una víctima y yo ante un victimario, pero está aquí reconociendo sus errores de nuevo y tratando de ser honesto y amable conmigo, lo que demuestra que ya no somos esa víctima y ese victimario. Su disposición es una muestra de eso.
—Marvin, sé que esto no es fácil para ninguno de los dos, pero quiero que entiendas que yo ya te he perdonado y que comprendo que tú ya no eres esa persona. Así que no te sientas mal o nervioso. Si todavía lo fueras, ten por seguro que no estaría hablando contigo con la confianza que le tengo a cualquiera de mis amigos, la misma confianza que te tengo a ti —expliqué, con el mayor tacto que jamás tuve en toda mi vida, estoy mejorando —. Así que gracias.
Marvin asintió con seriedad, por fin levantando la mirada, sus ojos revelando una mezcla de preocupación y arrepentimiento. Nunca pensé que esto fuera tan emocionalmente difícil.
—Bueno, ¿Y qué te gustaría saber con exactitud? —comenzó Marvin, intentando aligerar el ambiente que estaba tan tenso que podía cortarse con un cuchillo. Su tono de voz era suave, pero había una tensión innegable entre nosotros y en el ambiente.
—En primer lugar, me gustaría saber si tú estabas con Alexander el día de la excursión al zoológico en primer grado. ¿Lo recuerdas? El día-.
—El día en que Alexander encerró a Rosh en el casillero, sí, por supuesto que lo recuerdo. ¿Cómo podría olvidarlo? Lo que pasó, lo que hicimos... Fue terrible. Rosh no merecía eso, nadie merece ser tratado de esa manera —dijo frunciendo el ceño con angustia, entiendo que en realidad esto es más difícil para él que para mi.
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Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]
Ficção Adolescente¿Qué tan tragicómica y rara puede ser la vida de un adolescente estadounidense de clase media? Pues mucho. ...