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Cuando mis padres llegaron por mi, lo primero que hicieron fue clavarme sus miradas asesinas que sólo hicieron que comenzara a arrepentirme de mis decisiones de vida. El director le explicó a mis padres que me suspendió dos días por el hecho de que tuve una pelea con unos chicos. Fue una mejor verdad que: “ataco a una chica, para escapar de su ex-mejor, porque es gay y está enamorado de él”, cualquier cosa sería mejor que eso.
Se lo creyeron, obviamente. Mi madre estaba muy enojada y mi padre también, pero en cierta forma estaba feliz de que peleara. Yo lo sé, el siempre ha pensado que pelear es parte de la hombría. Mis padres me sacaron de la escuela fulminándome con la mirada y durante el trayecto en el auto nadie dijo nada.
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Apenas llegamos y entramos a la casa, mi madre empezó a reclamarme y gritarme lo mal e irresponsable que estuve, que no debía pelear y que era nuevo y debía mantener la apariencia.
Mi padre sólo se quedó callado hasta que mi madre le gritó:
—¿¡No le dirás nada, Albert!?
A lo cual mi padre sólo se acercó a mí madre y me miró de reojo antes de decir:
—Janer es hombre, los hombres debemos defender nuestro orgullo. De seguro el que peleó con él lo insultó y eso jamás se debe tolerar. Pero, claro, tú no podrías entenderlo Ortencia, eres mujer. Realmente no hizo nada malo. Son cosas de hombres.
Mi madre se quedó mirándolo boquiabierta y yo también. Sólo pude pensar «Oh, idiota».
—Al diablo tus “cosas de hombres”, Albert —dijo para mirarme —. Estás castigado por 3 días. Fin del asunto —se retiró y así termino todo, no sin que antes mi padre me susurra:
—Lo siento, hijo. Ya sabes cómo es tu madre, de seguro está en sus días.
Pensé: «Oh, maldito idiota imbécil», después de que me dijo aquello. Él se fué y yo subí a mí habitación. Después de todo eso me concentré el resto de la tarde en pensar qué haría respecto con Rosh cuando tuviera que volver a la escuela.
No llegué a nada.
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Abrí mis ojos molesto, al aceptar que no me iba a poder dormir.
—Maldito insomnio —dije entre dientes, se hizo de noche muy rápido y no podía dormir. Miré el reloj, eran las 12:30am. Mis padres estaban dormidos hace horas. Lo intenté y aún así no pude dormir.
Me levante de la cama y me dirigí a la cosina por mi último recurso ante mi problema: un vaso de leche caliente, porque dicen que ayuda a dormir, y me gusta la leche.
Ya con el vaso en mi mano, y a punto de dirigirme a a las escaleras, escuché de la nada un ruido proveniente de la sala. Giré mi cabeza para ver que era, no pude ver nada. No era que no hubiera nada, sino que no veía nada porque las luces estaban apagadas. Bruto yo que no las encendí para venir por la leche. Preferí pensar que no era nada, aunque me dio miedo y seguir mi camino.
Maldita acluofobia.
«Calma Janer no es nada, no es nada.»
[Eso dices ahora lo siguiente es que estas en el piso muerto.]
¡Cállate conciencia! ¡No metas ideas en mi cabeza!
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Esta Vida Mía [Borrador] [BL/COMEDIA]
Novela Juvenil¿Qué tan tragicómica y rara puede ser la vida de un adolescente estadounidense de clase media? Pues mucho. ...