𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

XVI

Annette 

— Mamá! —Llamé desde mi habitación— ¿Has visto mis pendientes negros?

Mi madre entró a mi cuarto, con una sonrisa en el rostro.

— Sobre tu mesa de noche cariño —Dijo dulcemente, haciéndome voltear hacia donde indicó, confirmando que allí estaban— ¿Aún no estás lista?

— Solo necesito peinarme, ponerme perfume y ya, sabes que no tardo mucho —Me di cuenta que llevaba unos segundos mirándome fijo, de arriba hacia abajo y viceversa— ¿Qué sucede?

— ¿Estás segura de ir así vertida? 

No entendía que era lo malo que notaba en mi, llevaba un vestido blanco con detalles brillantes color negros en los tirantes, cintura, espalda y falda, con la caída abierta, largo hasta por encima de las rodillas y unos zapatos altos, aunque no tanto, también negros, mi joyería es plateada, a excepción de los aretes, y mi cabello estaba suelto en ese momento, pero quería amarrarlo, aunque sea una parte, ya que lo tenía muy largo -debajo de los hombros- y era mucha cantidad. 

Tenía desde las 10 am arreglándome, pues Lucius Malfoy me invitaron a ir con el y Draco al Campeonato Mundial de Quidditch, y mi madre aceptó. Debo admitir que estaba exageradamente nerviosa de estar tanto tiempo con un hombre tan intimidante como Lucius, pero también me sentía así por ver a Draco, nunca antes habíamos salido juntos, y mucho menos sin estar en Hogwarts.

— ¿No crees que estás muy elegante para la ocasión? —Argumentó mi madre, a lo que la miré escéptica, alzando una ceja—

— ¿Si recuerdas que estamos hablando de la familia Malfoy cierto? —Parecía que iba a decir algo más, pero cuando lo pensó, se dio cuenta que yo estaba en lo cierto y reí, eso pensé—

— Es muy inusual que Lucius sea tan cortés con las amistades de su hijo ¿No crees? —Terminó de entrar a mi habitación, ya que estaba en el marco de la puerta, y se sentó a la orilla de mi cama mientras terminaba de acomodar mi cabello—

— Si, pero pienso que solo quiere quedar bien con nosotras, y ve como una conveniencia que yo sea tan unida a Draco, ya sabes por nuestra sangre y eso

— Suena lógico, aunque mi teoría es que te quiere juntar con su hijo 

Casi golpeo mi mano con uno de los cajones al cerrarlo por escuchar eso, me puse muy nerviosa y apenada de golpe, no entendía porqué.

— M-Mamá, Draco y yo solo somos amigos —Me miró con una sonrisa insinuante—

— Por ahora —Alcé una ceja, relajando mi semblante y cuerpo también, pues se había tensado ante tal conjetura repentina—

— Creo que Lucius Malfoy no es el único que intenta juntarnos ¿Cierto madre?

— Que te puedo decir cariño, hacen una linda pareja, y nosotras las madres tenemos una muy buena intuición para esas cosas —Mientras hablaba, se levantó de mi cama, dispuesta a salir de mi habitación— Tu tranquila, ya te darás cuenta

— ¿Puedo preguntarle a tu intuición si es que acaso ellos están por llegar? —Pregunté con un tono burlón y una risita, a lo que ella respondió con un gesto gracioso y asintiendo, justo en ese momento, sonó el timbre, yo alcé la mirada de golpe hacia ella, asustada, mientras que una una sonrisa socarrona adornaba su rostro— Ok, me das miedo

— Te lo dije

Draco

Mi padre y yo llegamos a la casa de la familia Blanchard, antes de llamar a la puerta, me dió una serie de indicaciones de como comportarme, la verdad, no era nada del otro mundo, ser educado y apropiado, no sería un problema, después de todo, lo único que tenía en mente era Anne, me encontraba muy nervioso, ansioso, diría casi que desesperado, el corazón me latía muy rápido, tanto que golpeaba mi pecho, las manos me sudaban y temblaban, al igual que mi respiración.