𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

VI

Annette

Harry y yo logramos salir del bosque gracias a Firenze y Hagrid, no ví a Draco hasta la mañana siguiente, y suerte para él ya que si me lo topaba de frente era capaz de hechizarlo contra la pared.

De hecho, no volví a verlo por un tiempo, a ninguno de los tres y eso ya me estaba preocupando. Ese día estaba saliendo de la clase de transformaciones con la señora Mcgonagall, llevaba mis libros en el brazo y al caminar por el pasillo mirando hacia abajo sentí un golpe, fue bastante fuerte pero al parecer accidental pues caí al piso, cuando levanté la mirada me encontré con Draco también sentado en el suelo por el choque y a Crabbe y Goyle mirándonos, Malfoy parecía nervioso, aunque no se movía de su lugar, yo por otro lado apoyé las palmas de mis manos para impulsarme y levantarme, sonreí ampliamente al momento de abrazarlo, si, hasta hace unos días tenía el fuerte sentimiento de querer ahorcarlo con mis propias manos pero esos días que pasé sin verlo, que fue casi como una semana, aquel deseo de había alejado de mi mente. Seguí rodeandolo con mis brazos, luego me di cuenta que el también lo hacía, me alejé aún manteniendo una sonrisa.

— Siento que no te he visto en todo un año tonto

— Yo pensé que no querías verme, tenías razón de estar molesta, yo te metí en problemas —Parecía realmente avergonzado, lo que me hizo mirarlo con ternura—

— Bah, que es ser niño sin algo de travesuras, además...No duro mucho enojada, y si lo hago es quizá por algo de orgullo —Me reí al confesar eso—

— ¿Orgullo? Cada vez me convenzo más de que estás en la casa equivocada —Me miró devolviéndome la sonrisa y levantando una ceja—

Me levanté del suelo recogiendo mis cosas, luego lo observé con los ojos entrecerrados extendiendo mi mano para ayudarlo a ponerse de pie.

— Callate Slytherin

— Callame Hufflepuff —Tomó mi mano y se levantó, ambos miramos a los lados como Crabbe y Goyle nos ponían total atención—

— Ow, a ustedes también los extrañé par de bobos

Todos reímos un poco y seguimos caminando por el pasillo, me sentía de nuevo cómoda y feliz estando junto a ellos como antes.

Es extraño, personas como ellos tres suelen ser menos propensos a tratar a los demás como me tratan a mi, son groseros y molestos, pero no conmigo, son graciosos y tiernos, descubrí que realmente una relación así no es cosa de otro mundo, estaba curiosamente interesada por la historia de los fundadores de Hogwarts, así que fui a la biblioteca a leer un poco claramente, terminé dándome cuenta que Salazar Slytherin y Helga Hufflepuff eran grandes amigos, en especial luego de que la fundadora de mi casa le ganará a él en un duelo muy apresar de no ser sangre pura, quizá yo y mi interés era una forma de buscar una razón del porqué ellos tres y yo nos llevábamos tan bien, siendo que eran tan intimidantes con otros estudiantes, y solo teniendo 11 años, llegaban a tal punto que hasta a mí me daban miedo, pero de una forma muy específica, si llegaba a decir algo malo o pasarme de lista podría ganarme sus burlas, sin embargo eso nunca pasó.

Durante el transcurso del año me di cuenta que Crabbe y Goyle eran tiernos y algo bobos, solo seguían las órdenes de Draco, mientras que este, bueno, su descripción más correcta es un niño mimado, grosero, molesto y algo creído, pero es muy inteligente apresar de que no lo parezca, se porta muy tierno inconscientemente en ocasiones y conmigo, incluso me ha dejado jugar con su cabello, cuando no está lleno de fijador por supuesto, también es travieso pero eso no es cosa de él, si no, creo, que de todos nosotros los nuevos, en fin, hay algunas clases en las que suelo ayudarles mucho a los 3, casi siempre intento estar con ellos, en las clases que me es posible y cuando estamos en el gran comedor, mi mayor preocupación era ser una molestia para ellos, al ser una chica y también por pertenecer a otra casa, no quería ser solo la niña solitaria que buscaba estar siempre con o detrás de ellos, pero no fue así, las risas, las travesuras y los momentos me hacían creer que tal vez yo tenía la fortuna de ver el mejor lado de estos tres tontos y también de ser parte de ellos, pues ya se nos había hecho costumbre estar juntos, y eso por alguna razón me hacía feliz.