LIII

435 35 2
                                    


~

Draco

Sus palabras me tomaron por sorpresa, no entendí a que se refería en primera instancia, pero la expresión de malicia en su rostro casi que me obligó a pasar saliva por la garganta. Sus manos tocaron mi pecho y me llevó hasta los pies de su cama, dónde mis piernas chocaron, deteniéndome en seco, hizo algo de fuerza para que cayera sobre el colchón, ella subió conmigo, sus piernas me rodeaban y sus rodillas se mantenían apoyadas a cada lado de mis caderas.

Inclinó el cuerpo, llegando a mi rostro, a pocos centímetros de este, yo me hice para adelante, besándola, tomé su nuca, profundizando el movimiento de nuestros labios en un baile lento pero profundo y apasionado, la sensación suave de aquellos bultos carnosos, la calidez y humedad de boca, de su lengua, una agitación se instaló en mi cuerpo, casi desesperado por tomarla, tuve la intención de voltearme, colocarme sobre ella, pero me lo impidió, después de cortar el beso, generando el sonido se un chasquido en el proceso, se incorporó erguida y eso llamó mi atención, sus manos subieron la blusa que llevaba puesta, quitándola, la parte superior de su cuello ahora estaba al descubierto, sin sostén, aquella imagen me sacó un jadeo pero antes de que pudiese mencionar palabra alguna, y es que su hermosa piel resplandecía como consecuencia de la luz tan cálida y algo tenue que emanaban las velas, justo por eso, el impulso de extender mi mano para pasarla por su vientre, entre sus pechos, hasta llegar a su cuello y acariciar su rostro, fue más fuerte que yo, cuando lo hice, sus ojos brillaron con un dulce pero seductor brillo que parecía llamarme, después, se quitó el resto de su ropa, quedando totalmente desnuda sobre mi, alzando una sonrisa, y al ladear la cabeza, su cabello suelto cayó hacia un lado.

— Desnudate —Espetó Anne, a lo que sin dejar de mirarla, copié su gesto de una curva hacia arriba en mi boca—

— ¿Es acaso una orden? 

Fingió estar pensativa, se fue arqueando lo suficiente para acercarse a mi, sentí su aliento chocar con mi boca, como sus ojos se pasearon y detallaron mi rostro, para luego hablar en un susurro.

— Puede ser... Aunque si quieres, tómalo como un favor —Ambos sonreímos de forma maliciosa, ella me besó, y yo le correspondí, aprisionando sus labios entre los míos, jalando solo un poco, jugando con nuestras lenguas y volviéndolo cada vez más profundo, más apasionado, habían jadeos de por medio, entre las pausas para cambiar de lado la cabeza, mientras, mis manos se dedicaron a quitar mi camisa, ahí, nuestras bocas se separaron—

Aunque mi torso estuviese expuesto, Anne no se limitó allí, metió dos dedos, de ambas manos, a cada extremo de mis caderas, bajo la tela del pantalón y la ropa interior para así bajar las dos prendas de un solo tiro, aprovechó para acomodarse como anteriormente lo había hecho, sentada sobre mí, pero erguida, y ahora, la punta de mi miembro se apoyaba contra su intimidad, dejó caer su peso, y al bajar su cuerpo entré en ella, solté un suspiro suave, mientras que escuché como gemía. Cayó, por poco, encima de mi torso, sus brazos sostenían su propio peso en la cama, con una mano a cada lado de mi cabeza, el cabello le cayó sobre nosotros y nuestros labios se rozaron, la miré a los ojos, perdido en sus movimientos cuando su cadera empezó a marcar un ritmo lento pero profundo e intenso, las hacía para adelante y para atrás, que también iban de arriba hacia abajo, la velocidad fue en aumento, sin embargo, llegó a torturarme lo paciente que estaba siendo, por ello, una de mis manos tomó y cintura con fuerza, rudeza, aferrando mis dedos a su piel, enterrándolos en ella, la otra, se mezcló con las hebras blancas brillantes de su cabello, dónde nuevamente apliqué fuerza, obligándola a besarme, creo que llegó a dolerme la boca dónde mis labios fueron aplastados por los suyos, y es que me dediqué a aprisionarlos, disponer de ellos como deseara, jalando, saboreando, mordiendo, pasando mi lengua antes separar la mandíbula y volver a devorarlos una y otra vez.

𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora