XXIV

697 52 3
                                    

Annette

Mi madre no dijo nada al respecto, en su mirada parecía compadecerme, como si esos sentimientos que le confesé, fueran los más difíciles de controlar y soportar, o podrían ser ideas mías.

Con todo eso en mente, me era muy difícil concentrarme, y en ese momento lo necesitaba.

— Anne —Escuché a lo lejos, pero no pude reaccionar— Anne 

Esta vez escuché su voz más claramente con algo de eco, ya que estábamos en un enorme salón, mamá estaba emocionada con la idea de la coronación, pues era este año, en marzo, y desde ya se estaba encargando de elegir el lugar en el que se llevaría a cabo, contrataría servicio de buffet, un espectáculo y también unos músicos, decoración invitados, entre muchas otras cosas más.

— Hija ¿Si sabes que debes elegir el vestido al menos 4 meses antes de la coronación cierto? —Asentí con la cabeza— ¿Y porqué ni siquiera has abierto las revistas que te di con varias opciones? —Me quedé en silencio, observando como lo más interesante del mundo, dichos artículos entre mis manos— Anne ¿A quien invitaste para ser tu testigo y primer baile? —Le dirigí la mirada, y entendió al instante— Oh mi amor...¿Crees que sea correcto mantener su invitación en pie teniendo en cuenta, bueno, lo que sientes?

— Si, si, sería peor para mi si le digo que ya no debe asistir, me hará mil preguntas de porqué cambié de opinión, además, cuando se lo propuse y el aceptó, se veía tan alegre —Me entró cierta nostalgia y tristeza, levantando la vista hacia los ojos de mi madre— ¿Cómo haré para esconderle mis sentimientos de ahora en adelante? Si cada vez que estoy cerca suyo solo quiero...Ah, y luego el me mira así y yo me siento tan...¡Ah! No, no creo que pueda reprimir algo tan intenso y molesto

— ¿Porqué se lo quieres esconder? ¿Porqué no decírselo? 

— Porque si el no siente lo mismo yo solo voy a arruinar una amistad de casi 5 años, no pienso arriesgarme a perderlo 

— Pero si te estás arriesgando a perder un gran amor, solo por miedo Anne —Acarició mi rostro suavemente, sin dejar de verme— Piénsalo cariño 

Todo era demasiado complicado, de todos los chicos en ese maldito colegio ¿No me podía enamorar de alguien que no fuese Draco Malfoy? No, la muy estúpida va y se enamora de su mejor amigo, que cliché por favor, soy patética. 

Por más que quise evitarlo, no pude mantenerme lejos de él, en cuando lo vi en uno de los vagones fui hacia él,, llevaba su, ahora típico, traje entero negro, su sonrisa se amplió al instante en que notó mi presencia y yo casi me desmayo allí mismo por culpa del brillo en sus ojos, si las cosas ya empezaron así, sería un año muy largo. 

Al llegar a Hogwarts, nos bajamos, Crabbe, Goyle y yo lo seguimos, por desgracia, pasamos al lado del trio de oro, a quien Draco, ni bien verlo, atacó directamente a Harry.

— Es increíble que el ministerio te permita seguir libre, Potter, mejor disfrútalo mientras puedas, ya tienen una celda en Azkaban con tu nombre —Harry se lanzó hacia él, con intenciones de hacerle algo, supongo, pero Malfoy retrocedió y además, Ron sostuvo a su amigo de los brazos, deteniéndolo— ¿Qué les dije? Está loco 

— ¡No te metas conmigo! —Escuché gritar, mientras nos íbamos, yo me adelanté, llegando hasta Draco—

— Apenas llegas y ya le haces la vida imposible al pobre de Potter ¿Eh? —Intenté usar el mismo tono divertido de siempre—

— ¿Pobre? ¿Te enteraste de lo que hizo? 

— Si, usó el encantamiento Patronus para defenderse del ataque de unos dementores —Frunció el ceño, sin dejar de verme— ¿Que? 

𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora