𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

LXIV (Final Alternativo)

Esta versión alternativa del final es solo para sufrir, si no está en tus planes llorar hoy, no lo leas y espera a mañana con el final real :D

Quedan avisadxs

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Draco

— Anne!

La sangre le salió de los brazos, creando un escudo frente a ella, sin embargo no se completó a tiempo, aún lograba ver por diversas grietas o agujeros, por donde pasó el hechizo, entonces, fue cuando no supe que hacer, el liquido carmesí que ella controlaba cayó de lleno, manchando los escombros bajo sus pies, y cayó hacia atrás, la sostuve en mis brazos, creyendo de forma ilusa que estaba herida.

Me arrodillé, para acunar su cuerpo cerca de mi pecho, viendo su rostro inmutable, petrificado, pero en sus ojos aún había vida, todavía sentí un último destello, y su último aliento.

— ¿A-Anne?... —Jadeé, tembloroso—

Ella no podía morir.
No sería capaz de dejarme solo.

... ¿Verdad?

Se supone que la Maldición Asesina acaba con tu vida al instante, no se si llamarla buena o mala suerte, pero en su caso, ella se aferró un poco más a la vida, mirándome a los ojos, queriendo despedirse de mi.

— Te dije... —Un espasmo sobresalió en la comisura izquierda de su boca, mis labios, por otro lado, se apretaron, ahogando mi llanto, que fue reflejado en las lagrimas que se desbordaban rápidamente, cayendo sobre su rostro—... Que yo era tu escudo...

— N-no... No, no no... N-no juegues así conmigo Anne... T-tu no puedes... No... —Esperanzado, apoyé mi frente sobre la suya, desando sentir su calor— No te vayas... Por favor no, no lo hagas... Solo regresa... Dame una oportunidad más de darte la vida que te prometí... Al fin somos libres... Podemos casarnos y... ¿Anne?

Todo mi cuerpo tembló , porque esas fueron sus ultimas palabras, luego se me desvaneció entre las manos, vi su pecho durante los minutos más infinitos de mi vida, ni aún así este se movió, había dejado de respirar, y yo también. Cerré los ojos, tensando la mandíbula, presionando los dientes por toda la rabia, impotencia y dolor que me poseían al mismo tiempo, me aferré a su ser vacío, eso era lo único que me quedaba, no tenía relevancia los hechizos que lanzaba Voldemort a pocos metros de mi, persiguiendo a Potter, no, toda la atención estaba sobre él, hasta que un grito desgarrador y agudo me lastimó la garganta junto con el pecho, pero no era suficiente daño como el que me quedaría en el alma.

Me rompí, de todas las formas posibles que alguien podría hacerlo, el llanto me ahogaba, los sollozos no tenían compasión de mi, y el dolor tampoco, me ardía todas y cada una de mis células, como si estuviesen hirviendo de ira al haber permitido esto, la perdí, todavía no lo asimilaba, lo que mis brazos sostenían, y a lo que tanto me aferraba, era el cadáver del amor de mi vida, ella había muerto ¿Cómo se supone que viva así? Llegó un momento en el que no había nadie a mi alrededor, todos estaban asustados por mis gritos, les importó poco o nada saber de ella, ni siquiera le pusieron atención a su muerte.

Mi madre se acercó para obligarme a levantarme, pero evité que lo consiguiera, me aferré a la única prueba terrenal de que ella existió, y continué lamentándome, llegó incluso a jalarme del brazo, tuve que liberarme, negándome a dejarla.

— ¡No!.. No la voy a dejar aquí, ella me necesita... Ella no me quiere lejos —Sostuve su rostro, aún tenía los ojos abiertos, y sonreí dolido, mi vista se hizo borrosa por mis lagrimas, parecía que aún seguía conmigo— Dime que no quieres que me vaya... Por favor Anne, cariño... Dime que me quede... —Los sollozos se intensificaron, y no fui capaz de seguir rogándole— ¡¡Anne!!