𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

VIII

Annette

La tranquilidad que llevábamos en el vagón duró poco, pues por voltear hacia la ventana, la cual casualmente en ese momento Draco no estaba mirando, y darme cuenta que había un auto, quizá algo maltratado, de color azul pero que estaba volando de medio lado y había alguien apunto de caerse, ese alguien era Potter, si, de nuevo. Entrecerré los ojos, buscando una mejor definición para estar segura de que sabía quién era, pero lastimosamente estaba en lo correcto, eran Ron y Harry, creí que debía callarme, pero al parecer, Crabbe también los vio.

— ¿Qué es eso? —Cuestionó él, cerré los ojos con fuerza, maldiciendo que se haya dado cuenta, no era tan grave, pero de cierta forma lo que quería era prevenir una de las ocurrencias de Draco—

— Son Potter y Weasley —Decidí contestar, volviendo a mirar por la ventana, parecía que no podía volver a subir, o al menos se le dificultaba bastante—

— Ja, ojalá se caigan ambos —Y ahí estaba, justo el comentario que quería evitar, lo dijese o no en alto, sabía que Draco diría algo así al respecto, pero bueno ¿Qué se le podía hacer?—

Lo que aún no me quedaba claro era, porqué estaban usando un auto volador ¿No estaban en el tren? ¿Se les hizo tarde para entrar? Cómo sea, no podía preguntarme tantas cosas ahora, no es como que pudiese preguntarles. Cuando desaparecieron del campo de visión de nuestra ventana, volvimos a sentarnos como estábamos antes de levantarnos al ver aquel espectáculo, y por suerte, no se tocó más el tema, a excepción de quizá unos cuantos insultos de Malfoy, pero nada de lo cual extrañarse. No logré obtener información al respecto, o sobre las consecuencias que pudieron o no sufrir Harry y Ron. La llegada a Hogwarts y la cena de bienvenida fueron tranquilas, y logré dejar de pensar en aquel acontecimiento del tren.

La primera clase que tuvimos al día siguiente en la mañana, fue la de Herbología con la profesora Sprout, por las macetas en frente de todos nosotros, supuse que se trataría de las mandrágoras, aunque podría estar equivocada. 

— Buenos días a todos —Entró diciendo, aunque luego golpeó con su varita, una maceta que tenía cerca para llamar la atención y repetir— Buenos días!

— Buenos días profesora Sprout —Dijimos en voz alta todos al unísono—

— Bienvenidos al invernadero 13 alumnos de segundo, acérquense todos —Fueron suficientes esas palabras para que todos le hiciéramos caso— Hoy vamos a replantar mandrágoras —Se volteó a recoger una para luego formular una pregunta— Alguien puede decirme las propiedades de la raíz de mandrágora?

— Se usa para volver a la normalidad a una persona que pudo ser petrificada y su llanto es peligroso —Susurré, como ya casi era costumbre, y Malfoy me miró, como si me estuviese regañando, yo como respuesta solo pude sonreír de manera inocente. A Draco no le gustaba en lo absoluto  que haga eso en lugar de responder en voz alta, como Granger, pero por otra parte yo ya estaba harta de que comparase con ella.—

Hablando de la reina de Roma, y como de esperar, más no de extrañar, Hermione fue la única que alzó la mano ante la pregunta de la profesora.

— La mandrágula o mandrágora, se utiliza para regresar a los petrificados a su estado origina. También es peligrosa, si la mandrágora llora, es fatal para quien la escucha.

— ¡Excelente! 10 puntos para Gryffindor

No pude evitar suspirar ante eso, no tenía nada en contra de que los hubiese ganado, si no, en contra mía, porque yo también pude darle esos puntos a mi casa, y eso, el rubio a mi lado puede que también lo haya pensado, pues nuevamente, la mirada que me lanzó, lo decía todo.