𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

XIX

Annette

Aunque Draco obviamente no cabía en su propia rabia al enterarse que, aunque no estaba permitido, Potter fue elegido, al cabo de unos días, o bueno, yo diría unas horas, se lo tomó por el lado bueno, como una excusa para molestarlo. En medio de la plaza, lo estuvo esperando sentado en un árbol, con sus amiguitos rodeándolo como apoyo, y yo más alejada, solo para no ganarme aún más el posible resentimiento de Harry. Fue con Cedric, a hablar sobre quien sabe que, pero cuando se dispuso a volver al pasillo, Malfoy atacó.

— ¿Porqué tan tenso Potter? Mi padre y yo apostamos, le dije que no durarás ni 10 minutos en el torneo —Se bajó del árbol, debo admitir que con estilo, para acercarse y hablarle casi de frente— ¿Qué crees que dijo? Que no durarías ni 5

Harry explotó, y mientras casi que gritaba, empujó un poco a Draco solo un poco.

— Me importa un bledo lo que tu padre diga Malfoy, mira, el es vil y cruel, y tu eres patético —Por una parte me sorprendí, no pensé que fuese a reaccionar así, por otra lo entendía—

Draco casi saca su varita, pero el profesor Moody lo detuvo, pues lo hechizó, transformándolo en un hurón blanco, ahí fue donde me acerqué preocupada, pero parecía estar bien, dentro de lo posible.

— Eso te enseñará a no encantar a nadie de espaldas —Dijo el profesor, quien con ayuda de su varita, empezó a hacer volar a Malfoy de arriba hacia abajo— Eres un traicionero, cobarde, deshonesto, vengativo —En eso, apareció la McGonagall—

— Profesor Moody —Llamó alterada— ¿Qué está haciendo?

— Enseñando —Respondió—

— ¿Ese es un estudiante?

— De hecho, es un hurón —Tomó a Crabbe y metió a Draco en su forma animal, dentro de sus pantalones, haciendo que este se removiera por la sensación, quiero pensar que era esa la razón—

Goyle intentó sacarlo, pero lo mordió, y terminó saliendo por una de las piernas de Crabbe, una vez afuera, la profesora McGonagall lo devolvió a su forma original, estaba muy alterado, y empezó a retroceder.

— Mi padre se enterará de esto 

— ¿Es una amenaza? —Moody lo empezó a perseguir, y Malfoy a correr desesperado.— ¡¿Es una amenaza?! ¡Podría contarte historias de tu padre que te erizarían la piel muchacho! ¡Y ten cuidado!

— Alastor —Sentenció McGonagall— Aquí nunca usamos la transformación como castigo, creo que Dumbledore se lo dijo

— Hhm...Tal vez lo mencionó

— Pues será mejor que no lo olvide

La profesora los mandó a todos a clases, yo logré escaparme de todo ese alboroto, hasta la sala de Slytherin una vez más, me escabullí, llegando a la habitación de Draco, y empezarme a reír.

— No puedo creer lo que acabo de ver

— Ni yo —Aseguró indignado, arreglando su cabello lleno de hojas, mientras que iba a sentarme en su cama— ¿De que tanto te ríes?

No pude aguantar las carcajadas por más tiempo, intenté callarlas, lo más que pude, pero casi que me estaba retorciendo sin poder respirar.

— Es que...Si te hubieras visto...Fue demasiando gracioso —Seguí sin parar, sujetando mi estomago— Eras un hurón blanco, tan pero tan lindo y tierno, me dieron ganas de adoptarte y dejarte así

— Que linda —Dijo con sarcasmo, haciéndome reír más—

— ¡Y estuviste...en los pantalones de Crabbe! —Cubrí mi rostro mientras reía—