𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 ➵ 𝘿.𝙈

XLIII

Annette

Respecto al ataque recuerdo muy poco, apenas había luz en el baño y en cuanto el hechizo me golpeó todo se volvió borroso, dolía muchísimo, un ardor progresivo que se expandía lentamente por cada parte de mi cuerpo, abdomen, pecho, hombros, brazos, etc, hasta cierto punto en el que sentí sus manos sujetarme, podía oír su voz quebrada y distinguir el azul de sus ojos cubierto de lágrimas, para ser sincera en ese momento no entendía lo que pasaba, pero me sentía feliz de estar entre sus brazos, aunque fuese debido a algo así.

Luego en el hospital, desperté adolorida y débil, sin entender muy bien lo que había sucedido, sin embargo, su cabellera rubia se atravesó en mi campo visual, parecía estar dormido, me di cuenta que era de noche y supuse había estado conmigo todo este tiempo, acerqué mi mano, acariciándolo, consiguiendo que se despertara consternado.

Seguía sin estar muy segura de que haya sido la mejor decisión aceptar volver con él, no porque no lo quisiera así, todo lo contrario, pero este accidente pudo afectar en el proceso y progreso que llevaba durante el tiempo que pasamos separados, me aseguró firmemente que ese día su intención era ir conmigo y hablarlo para arreglar las cosas, solo que todo se salió de control, terminando en este escenario tan dramático, según mi opinión.

Salí del hospital la tarde del día siguiente, no pude hacer mucho despues de eso, fui directamente a mi habitación para descansar aún más, pero también a preparar algunas de mis cosas, según lo que hablé con Draco, se presentaría por mi a la hora de siempre, tendría que llevar algo de ropa, artículos de uso personal como el cepillo de dientes, maquillaje y perfume, igual que antes de salir a vacaciones, me instalaría en su habitación con lo que necesitara por las mañanas, que era cuando salía de allí hacia las clases.

Lo que no me esperaba en lo absoluto al estar allí solos, ya más tranquilos y acostados juntos, fueron eras palabras, aunque se repitieron más de una vez en mi cabeza no lograba procesarlas, mucho menos creerlas, él no mentía, al menos no a mí, pero tampoco decidía algo así como así, tan a la ligera. Desde un principio me dijo que quería mantener lo nuestro en "secreto", por decirlo de alguna forma, pero ahora que lo pienso, jamás me aclaró el porqué.

— ¿Que?

— Lo que oíste —Afirmó— Quiero dejar de esconder lo nuestro

Me tomó por sopresa, no pensé que fuera a ceder en algún punto, al menos no este año, sin embargo, en cierta parte entendía el porqué, su actitud hacia mí ha cambiado un poco desde el ataque en el baño, quizá se siente en deuda conmigo, o culpable, no lo sé, supongo que realmente debo creerle y pensar que ese día estaba a punto de ir conmigo para volver, solo que ahora, parecía estar subiendo un escalón más, aceptando mostrar lo nuestro, no era por querer divagarlo y que todo el mundo esté hablando de ello o creando rumores estúpidos, es solo el hecho de que podríamos estar juntos durante los descansos, tomarnos de las manos, incluso besarnos, puede que me ponga nerviosa al principio, pero era lo que yo de verdad quería.

— Yo... Bueno, la verdad me parece genial —Sonreí sincera, aunque todavía algo pensativa— ¿Estás seguro?

— ¿Porqué lo dudas?

— Pues, tenías alguna razón para pedirme ocultarlo en primer lugar

Oí como suspiró, solo que sin cambiar de posición.

— Eso ya no importa —Recostó su cabeza sobre la almohada, mirando al techo, mientras que su brazo me apegaba más a él, quedando sobre su pecho— Lo único que me importa ahora es estar contigo

— Veo que ese susto te aclaró las ideas de un golpe —Bromee, pero el no rió, alcé la cabeza para verlo, su rostro seguía serio—

— Vaya que lo hizo —Susurró— ¿Recuerdas cuando tuviste pesadillas conmigo? Por la muerte de Diggory —Asentí como respuesta— Cada vez que cierro lo ojos solo te veo a ti, tirada en el piso del baño rodeada por tu propia sangre, llorando, quejándote de dolor, la forma en la que me mirabas, cuando me sonreíste —Sus ojos empezaron a brillar conforme las lágrimas se acumulaban— Parecías estarte despidiendo de mi y yo... Creí que me volvería loco allí mismo