El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 1: La Culpa

Christopher

Camino hasta el balcón de la habitación mientras enciendo un cigarrillo. Admiro las luces de la ciudad en la oscuridad de la noche y mi mente viaja hacia dos años atrás como suele hacerlo en mi soledad.

Nuevamante los recuerdos del pasado hacen estragos en mi mente quitándome la tranquilidad. Vuelve esa cabellera azabache, ese cuerpo esbelto y curvilíneo que cualquiera querría recorrer y que yo tuve el placer de apreciar por un tiempo. Su cara bonita, su nariz pequeña y respingona, sus ojos preciosos, aquellos que me miraron tan aterrados esa vez....

Sacudo la cabeza cuando los recuerdos me hacen una mala pasada trayendo consigo la opresión que lastima en mi pecho cada que recuerdo esa escena. Una escena que me tortura desde entonces.

Ya no está aquí.

Intento repetirmelo miles de veces pero aunque sea cierto y no quiera que me afecte......duele, volver al pasado y recordar mis malditos errores me lastima como si una espina estuviera clavada en mi corazón.

Mi teléfono suena dentro de la habitación obligándome a entrar de nuevo.

- ¿Qué quieres?- digo apenas contesto.

Bufa del otro lado.

- Trae tu maldito culo aquí, ya. Tenemos problemas- cuelga y aprieto el aparato con furia.

Tiro la colilla en el cenicero y me dispongo a darme una ducha rápida. El agua cae sobre mi cabeza y pego mi frente a la pared cuando esa punzada en mi pecho vuelve, esa espina que me lastimará por siempre.

Los músculos de mi cuerpo se relajan pero la sensación que siempre viene al pensar en ella, no se va, no se ha ido durante estos dos años y a veces temo que no se vaya nunca. Temo por mi incapacidad de olvidar, temo por mis malditos recuerdos que traen consigo las sensaciones más amargas que puedo experimentar.

Veo mi reflejo en el espejo del baño, me devuelve una imagen patética, las ojeras negras debajo de mis ojos, la piel pálida y los labios resecos. Es la imagen de alguien que está autodestruyendose por completo, una persona que no vale ni un solo centavo. Salgo volviendo a ignorar mi deplorable aspecto y el terrible dolor de cabeza que me azota, me coloco la ropa para salir rápido, me monto al coche que trae el valet del edificio emprendiendo viaje cuanto antes.

Viajo en el Lamborghini pasando por las calles de la ciudad, que se encuentran más iluminadas que nunca, y fumando el segundo cigarro de la noche, es una de las pocas cosas que calman mi ansiedad cuando no tengo otra cosa a mano.

Aparco en el gran descampado con containers y enseguida veo a Gian con unos hombres a su alrededor. Me acerco y hago un gesto con la cabeza a modo de saludo.

- ¿Qué sucedió?

Me indica que mire en uno de los conteiners, hago lo que me dice sorprendiéndome y horrorizandome de inmediato. El container está repleto de sangre por todas partes, el olor es putrefacto y creo que estoy a punto de vomitar, no solo hay sangre, sino que el cuerpo desnudo de un hombre permanece colgado en el centro y no sólo está lleno de cortadas y lastimaduras, tiene el pene amputado dentro en su boca, también una especie de palo introducido en su recto.

- Mierda...

- Claramente es una especie de amenaza- habla uno de los tipos.

No digo nada y continúo observando, veo lo que más resalta en el cuerpo del tipo, en el centro de su pecho tiene marcado unos cuernos de diablo con un número 1 entre medio de ambos.

- ¿Sabes quien es?- pregunto observándolo.

Mira el cuerpo fiajamente en silencio, espero impaciente la respuesta cuando termina asintiendo.