El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 9: La vuelta

Leah

La cena con Linux había terminado bien, habiamos hecho todo lo que acordamos, caminamos por la playa y terminamos en el hotel despidiendonos, era un sujeto agradable pero ya era un hecho que lo de rehacer mi vida amorosa debia esperar, mi mente no estaba enfocada en en Thomas durante la cena y la caminata, sino en Christopher. Mi mente no paraba de maquinar cuál sería mi próxima movida.

¿Le haría daño? ¿Me presentaría frente a él? ¿Qué se supone que haría?

No tenía la menor idea.

Era el último día, decidí no hacer nada en los anteriores días, había notado lo que provocó en mí estar a tan solo unos pasos, me había desestabilizado por completo y me replantee si realmente estaba dispuesta a terminar con él, a destruirlo por completo.

La respuesta fue negativa, no iba a ser capaz de matarlo y todo se reducía a que no sentía el suficiente odio por él como para hacerlo, él ganador de mi completo aborrecimiento era Gian White. El maldito bastardo que ordenó mis torturas y violaciones durante ese horrible mes de mi vida.

Empaco las últimas cosas reflexionando una y otra vez en mi cabeza. No estaba segura de saber siquiera porqué vine aquí en primer lugar.

¿Por qué ir tras él si no era mi objetivo principal?¿Acaso fue por rabia, rencor....celos?

Suspiré fuertemente.

Tomo mi teléfono marcando a mi padre, necesito escuchar su voz y distraerme.

- Hasta que te dignas en llamar- me reclama enfadado.

- Perdón papá, no te pongas gruñoncito.

Escucho una risa tras el teléfono y sonrío.

- Te extrañamos mucho por aquí....vuelve ya, pequeña, te necesitamos demasiado.

- Yo también los echo de menos, muchísimo ¿El secreto?

Papá se queda en silencio durante unos segundos y me tenso de pies a cabeza cuando escucho un ruido fuerte.

- ¡Mierda!

- ¿Papá?¿Qué sucede?- pregunto asustada.

- Lo siento, princesa, tu pobre viejo casi vuela por las escaleras. El secreto está sano y salvo, no te preocupes, cariño.

Suspiro con alivio y me relajo al saber que todo va en orden.

- Viajo hoy por la noche, llegaré temprano, debo revisar las acciones de la empresa y que todo vaya bien en el hotel.

- Recuerda que debes venir aquí también....

- Lo sé papi, iré luego de eso y me quedaré una temporada, lo prometo.

Se despide y cuelgo para terminar de una vez de empacar todo lo que me hacia falta, salgo al balcón cuando termino y admiro las vistas hacia la playa, las parejas de recién casados se notan enseguida, todos felices y disfrutando de la cuna del reciente matrimonio, una de las etapas más lindas y auténticas a mi parecer, no he tenido algún ejemplo cercano a mí sobre ese tipo de amor pero por lo que suelo observar y escuchar, la etapa más linda de la vida en matrimonio es el inicio sin duda, cuando no hay problemas ni preocupaciones que perturban al amor, todo es como un cuento de hadas.

Suspiré.

Esperé a que se acercara mi horario de salida y en cuánto dio la hora indicada bajé al lobby del hotel para devolver las llaves de la suite.

- ¿Ya te vas?

Volteo hacia la voz masculina que habla cerca de mí, Thomas Linux me mira con una pequeña sonrisa al ver el susto que me he pegado, esa bendita sonrisa perfecta, no podía negar que me atraía de cierta manera, es un hombre guapo, maduro y formado, además de ser sumamente inteligente por lo que había notado.