Leah
Son las tres de la madrugada y no puedo dormir, creí que las noches de insomnio se habían acabado pero ahora mismo me encuentro con los ojos abiertos y mirando a mi bebé que duerme tranquilamente.
Debes decirle, Leah....
Llevo pensando esto desde aquella llamada con Christopher, los ojos los tengo inundados, miro mi teléfono y creo que llegó la hora, prefiero decírselo yo a que venga a comprobarlo por si mismo.
Miro a mi princesa y recuerdo su petición a santa, estos días estoy sensible y me es inevitable no llorar.
Marco el número con las manos temblorosas y con la esperanza de que conteste mientras mantengo a mi bebé en mi pecho.
- ¿Leah?
Sollozo al escuchar su voz, ni siquiera estoy segura de lo que me sucede, he estado tan confundida que ni sé como actuar.
- ¿Qué pasa? ¡¿Estás bien?!
- Necesito decirte algo, es algo que....debí decirte aquella vez.
Se queda callado y continúo.
- Ven a la dirección que te envié y por favor, que nadie sepa que vienes, es importante que no le digas a nadie.
Cuelgo y antes de enviar la dirección.
Es ahora o nunca Leah Black.
(**)
Las horas pasan hasta que ya es de mañana, me aseguro que todos los hombres estén al pendiente y dejo que mi bebé duerma arriba tranquilamente.
Dios, dame fuerzas....
El portero me indica que hay alguien afuera y verifico que sea él antes de dejarlo entrar, no sin antes asegurarme de que lo revisen bien, no voy a arriesgarme a que intente algo.
Me mira confundido cuando me aparto de la puerta dejándolo entrar.
- ¿Qué sucede? Me preocupaste muchísimo.
Los ojos se me cristalizan y sollozo dándome la vuelta al sentir la repentina presión de decirle aquello que anhelé que supiera por años.
Siento sus brazos rodearme y no me aparto, dejo que su calidez me envuelva.
- Dime qué sucede, muñeca.
- Ese día....cuando me traicionaste, iba a decirte algo importante- me giro para mirar esos ojos que me volvieron loca tantas veces.
- ¿Qué era?
Busco en el bolsillo trasero de mi pantalón y se lo entrego.
Mira la foto confundido y se queda sin palabras mirándola.
- Entonces lo que escuché fue cierto....- me mira con sus ojos cristalizandose- ¿Estuviste....?
Asiento.
- Iba a decirtelo- sonrío triste- pero no me diste la oportunidad.
No dice nada, está estático mientras las lágrimas caen de sus ojos.
- Cuanto lo siento...mi amor, lo siento tanto- solloza.
Niego pero no me mira.
- No, no te disculpes ahora.
Alza la vista.
Tomo su mano y subo las escaleras con él, abro la puerta lentamente y me adentro dejando que la vea.
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El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]
Teen FictionHan pasado dos años desde lo sucedido... Prometí vengarme de todos aquellos que me destruyeron, no descansaré hasta enviarlos a todos al abismo de la destrucción. Pero no todo saldría como lo planeado y en el camino me daría cuenta que estabamos env...