Christopher
La camioneta blindada se movía por la gran autopista que nos llevaría a nuestro destino.
Emma se encontraba jugando muy concentrada en su silla de bebés, Leah a su lado miraba todo por la ventanilla oscura del coche, yo por mi parte no podía dejar de morderme las uñas, cargo unos nervios que me es imposible evitar hacerlo.
- Papi, ten.
Volteo a ver a mi bebita, sus ojos me impresionan como la primera vez, me extiende un caramelo y sonrío con ternura.
- Gracias mi amor, lo comeré luego- beso su mejilla regordeta.
Leah nos mira con una pequeña sonrisa y Emma le da a ella otro caramelo.
Luego de aquel suceso, Leah y yo dejamos de estar en nuestro mundo, disfrutamos charlando el resto del viaje y jugamos con nuestra princesa haciéndole cosquillas que le sacan carcajadas.
- Llegamos- suspiro cuando el auto se detiene en la casa de dos pisos con un jardín lleno de flores y una cerca blanca protegiendo el alrededor.
Había decidido hacer una casa sencilla para que Gian no la encontrara fácil, estaba seguro de que no la buscaría en una casa así sino en una mansión.
- Bien ¿Qué haremos?
Aprieto los labios.
- Iré yo primero, toma a Emma y esperen en la puerta, yo les indicaré cuando entrar.
- Suerte, amore- besa mis labios.
Bajo del coche con el corazón latiendo a mil por segundo, estoy nervioso por la reacción de mi madre, hoy se enterara de que tiene nuera y una nieta preciosa.
Abro la puerta con mi llave e intento hacer el mínimo ruido, llego a la sala y la encuentro tejiendo algo en el sofá.
- Mamá.
Alza la vista y sonríe genuinamente, corre hacia mí y me abraza con fuerza, siempre es el mismo recibimiento y no niego que me encanta.
- Hijo, te eché de menos- besa mis mejillas.
Sonrío.
- Yo también, mamá, pero vine para decirte un par de cositas que ya es hora de que sepas.
Frunce el ceño sin quitar la sonrisa.
- ¿Qué es?
Me sudan las manos y carraspeo.
- Ma....tu sabes que estos dos años han sido difíciles por la muerte de Leah- asiente manteniendo la cara de confusión- Y sé que tú has notado un cambio en mí estos últimos meses, pues.....todo tiene una razón.
Ella me mira fijamente y parpadea, gira el rostro involuntariamente no entendiendo a donde quiero llegar.
- No comprendo a dónde quieres llegar- me dice.
Me devuelvo a la puerta y les hago una seña para que pasen mis chicas, Emma me ve y sonríe estirando sus bracitos a mí.
- Papi- me llama abriendo y cerrando las manitas.
- Ven, princesa- la tomo dejando un beso en su mejilla.
Tomo a Leah por la cintura y la animo a avanzar sintiendo como desprende su nerviosismo.
- ¿Qué....?
Mónica se lleva las manos a la boca con sorpresa y mira a mis chicas con sorpresa, se le llenan los ojos de lagrimas cuando ve a Emma que es una perfecta combinación de Leah y mía.
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El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]
Teen FictionHan pasado dos años desde lo sucedido... Prometí vengarme de todos aquellos que me destruyeron, no descansaré hasta enviarlos a todos al abismo de la destrucción. Pero no todo saldría como lo planeado y en el camino me daría cuenta que estabamos env...