El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 8: Más cerca

Leah

El trago de vino se desliza por mi garganta mientras espero a que sea la hora acordada.

Thomas Linux vendría a buscarme a mi puerta de hotel en cualquier momento ya que se hospeda en el mismo, y no sólo eso, sino que me tomé el atrevimiento de investigarlo por seguridad y terminé dando con que él es dueño de este hotel y de algunos restaurantes de la Isla. Tiene treinta años y resultó ser un soltero bastante codiciado, se movía dentro del ámbito empresarial y su empresa creció durante estos dos años en los que hemos estado fuera del negocio, al menos para el público.

Me miro una vez más al espejo pasando las manos por mi vestido, es una sencilla pieza de color verde oliva, corto y ajustado al cuerpo, no es un color que utilizo normalmente pero sin duda me queda de maravilla. Mi cuerpo estaba normal exceptuando algunos aspectos, mis senos estaban más grandes al igual que mis caderas que se habían ensanchado un poco, sigo siendo delgada y mi cintura se mantiene igual de pequeña.

La puerta suena indicándome que ya llegó mi cita de esta noche, abro la puerta encontrando el rostro de Thomas con su sonrisa característica.

- Wow.....- es lo único que dice sin despegar los ojos de mí.

Sonrío y admiro lo guapo que se ve, lleva una camisa arremangada hasta los codos y con algunos botones desabrochados, lleva unos pantalones azules con un cinturón negro y mocasines del mismo color que este.

- Tú no estás nada mal...- lo halago.

- Déjame decirte que eres toda una belleza, Leah...

Le sonrío dejando que tome mi mano depositando un beso en ella, enrosco mi brazo al suyo dejando que me guíe fuera del hotel.

Admiro el cielo estrellado, la noche se encuentra cálida, el sonido del mar predomina por todo el lugar sacándome una sonrisa de relajación.

- ¿Está muy lejos el restaurante?

Frunce el ceño.

- No, solo a unas calles- me mira curioso- ¿Por qué lo preguntas?

Sonrío.

- Me gustaría caminar....si no te molesta, claro.

La noche está demasiado hermosa y no me importaría caminar para seguir admirando la hermosa vista, sin duda el Caribe es uno de los paraísos más lindos a los que he ido.

- Te propongo algo....

- Dime.

- Vamos a cenar en coche y luego caminamos por la playa ¿Te parece?

Sin duda la idea suena mucho mejor por lo que termino aceptando, él me dirige a su coche y es casi inevitable no ver como su brazo se marca cada que mueve el volante, me doy una cachetada mental y vuelvo la vista hacia el frente.

- Llegamos, espero te guste.

Miro por la ventana el restaurante iluminado con pequeños focos, se ve sin duda precioso, aparca en el estacionamiento y abre mi puerta tomando mi mano.

- Sin duda está todo muy hermoso, Thomas, gracias.

Sonríe y coloca una mano en mi espalda baja para guiarme, pasamos por los ventanales del restaurante, todo estaba normal hasta que vislumbro a esa pareja ya tan conocida para mí.

Me paro abruptamente con el corazón latiendo a mil por hora, no habían registros de alguna reserva para hoy, no sé que diablos hacen aquí.

Maldita sea...

- ¿Sucede algo?- pregunta confundido.

Muerdo mi labio nerviosa y niego, avanzo un poco más alejándome de los ventanales, lo único que falta es que él me vea antes de tiempo.